Sorpresa mayúscula en la Junta de Castilla-La Mancha de Emiliano García-Page cuando este lunes saltó la liebre en forma de noticia: el Gobierno ha pensado en convertir el aeropuerto de Ciudad Real en un Centro de Acogida de Emergencia y Derivación (CAED) para inmigrantes adultos llegados a España por las costas de Canarias, Baleares, Murcia, Almería o Alicante. Sorpresa porque en el Ejecutivo regional desconocían que el Ministerio que dirige Elma Saiz, del PSOE como Page, incluso ya ha alcanzado un acuerdo con CRIA, la empresa propietaria del aeropuerto, para utilizar sus instalaciones.
La consejera de Bienestar Social de Castilla-La Mancha, Bárbara García Torijano, se puso en contacto de inmediato con la Secretaría de Estado de Migraciones, que confirmó los planes del Gobierno de Pedro Sánchez. ABC preguntó en el Ministerio y contestaron que «se están realizando los estudios y análisis pertinentes para concluir la definitiva idoneidad del proyecto. Una vez finalicen, la misma será confirmada junto con las principales características del centro en caso de ser definitivamente considerado como viable». Ni la Junta ni el Ministerio ofrecieron más datos sobre cuántos inmigrantes podría acoger el aeropuerto manchego ni sobre posibles fechas.
«Este es no es un problema de acoger a estas personas, sino de hacinamiento en barracones, que es lo menos humanitario y razonable», expresaron fuentes de la Junta consultadas por este periódico. En declaraciones recogidas por agencias hablaron también de «un despropósito absoluto y una barbaridad». Además, a juicio de la Junta, el aeropuerto, que se ubica a 12 kilómetros del centro de Ciudad Real, «no está pensado» para tal fin y «el Gobierno tiene instalaciones mejor dotadas, como pueden ser algunas residencias de diversa índole en unas condiciones desde luego mucho más aptas».
Aunque la política de inmigración es competencia exclusiva de la Administración estatal, en la Junta ha sentado especialmente mal haberse enterado «por terceros», lo que entienden como una «desconsideración muy grave». Y, sobre todo, recuerdan que las comunidades autónomas son quienes tienen «la obligación de garantizar la asistencia sanitaria u otro tipo de servicios de primera necesidad».
Casualmente, la noticia se filtró un día antes de que Castilla-La Mancha celebre este martes el Debate del Estado de la Región, donde Page tiene mayoría absoluta y la oposición le buscará más las cosquillas por su animadversión a Sánchez sin terminar de declararle la guerra que por asuntos propios de la comunidad.
Historia de un despilfarro
El aeropuerto de Ciudad Real es la historia de un despilfarro. Se pensó como una alternativa a Barajas, costó más de 1.000 millones de euros, el primer avión despegó en 2008, pero se cerró sólo tres años después por falta de demanda. El negocio fue una ruina para Caja Castilla-La Mancha (CCM), principal accionista, que sería rescatada por el Banco de España y una estocada en todo lo alto al Gobierno de José María Barreda, quien entregó la Junta al PP de María Dolores de Cospedal después de 28 años seguidos de socialismo.
Tras varias subastas fallidas, CRIA compró el aeropuerto por 56,2 millones en 2016 y los vuelos se retomaron de manera casi testimonial en 2019. En la pandemia se utilizó para traer millones de mascarillas desde China y, a la vez, ha sido plató para el rodaje de anuncios y películas.
