El béisbol dominicano vuelve a ser protagonista de la conversación en Grandes Ligas con la firma del joven receptor Samuel Basallo, quien menos de una semana después de debutar en MLB pactó con los Orioles de Baltimore una extensión de ocho años y 67 millones de dólares (con incentivos que podrían llevarla a 88.5 millones).
Se trata de la mayor extensión prearbitraje otorgada a un cátcher, y un ejemplo reciente de cómo los equipos buscan asegurar su futuro con talento emergente.
La decisión de Basallo refleja una dinámica que divide a los peloteros: los que prefieren la seguridad temprana y los que eligen apostar por su valor en el mercado.
Los que aseguran temprano
Varios dominicanos han optado por blindarse financieramente apenas suben al escenario de Grandes Ligas:
Julio Rodríguez (Seattle Mariners): firmó en 2022, en su año de novato, un contrato de 12 años y 210 millones de dólares garantizados, con incentivos que podrían elevarlo a 470 millones de dólares.
Wander Franco (Tampa Bay Rays): tras 70 juegos en 2021, pactó por 11 años y 182 millones de dólares. Fue la inversión más grande en la historia de los Rays.
Fernando Tatis Jr. (San Diego Padres): en 2021, con dos temporadas en MLB, selló un acuerdo de 14 años y 340 millones de dólares.
Eloy Jiménez (Chicago White Sox): en 2019, sin debutar aún en MLB, firmó por seis años y US$43 millones.
Starling Marte (Pittsburgh Pirates): en 2014, a menos de dos años de debutar, aseguró seis años y 31 millones de dólares.
Todos estos pactos garantizan estabilidad financiera inmediata y permiten a los equipos retener a sus estrellas a un costo más bajo del que tendrían si esperaran al arbitraje o la agencia libre.
Los que dicen «no» y esperan
Otros dominicanos han preferido ir año a año, confiando en que su talento les daría mejores dividendos:
Gregory Polanco (Pirates, 2014) rechazó un acuerdo inicial de siete años por 25 millones de dólares, esperando más valor. Dos años después firmó por cinco años y 35 millones de dólares, aunque lesiones frenaron su carrera.
Rafael Devers (Red Sox, 2022) consideró insuficiente la primera propuesta de Boston y terminó firmando en 2023 una megaextensión de 11 años y 331 millones de dólares.
Juan Soto (Nationals, 2022) dijo no a 350 millones y luego a 440 millones. En 2025, ya con los Mets, firmó el contrato récord de MLB: 15 años y 765 millones de dólares.
Vladimir Guerrero Jr. (Blue Jays, 2025) no alcanzó un acuerdo con Toronto y se encamina a la agencia libre tras esta temporada, apostando a un pacto mayor en el mercado abierto.