El director general de Tráfico, Pere Navarro (Barcelona, 71 años), está inmerso en una nueva operación de Semana Santa para la que se esperan 16 millones de desplazamientos. La entrevista discurre en la sede de la DGT, horas antes de que las carreteras españolas se llenen de vehículos, atascos y posibles incidencias. Sin embargo, Navarro se lo toma con tranquilidad, rodeado de su equipo, que le consulta hasta los lemas que las señales luminosas lucirán en estas fiestas. Uno que no puede faltar, es el número total de fallecidos en estas fechas el año pasado: 35 muertos.
Pregunta. ¿Cómo se presenta la Semana Santa?
Respuesta. A estas alturas los ciudadanos llevan ya muchas Semanas Santas. Es verdad que se prevé un 1% más de desplazamientos que el año pasado. Todos sabemos que el miércoles será el día de más desplazamientos de todo el año y que el domingo, habrá congestión con la operación retorno. Todos lo tenemos claro. Si tuviera que dar algún mensaje especial, diría que cuidado con las motos. Uno de cada cuatro fallecidos va en moto.
P. ¿Se sigue corriendo mucho?
R. Los radares han supuesto una inmensa reducción de las velocidades medias. Sigue habiendo pequeñas infracciones por exceso de velocidad, pero ahora, eso de que alguien te adelante absolutamente zumbado es cosa del pasado. Ahora eso de ir a alta velocidad tiene una cierta condena social.
P. ¿Se instalarán más radares?
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R. Este año está previsto que instalemos 88 más. Si comparamos con Europa, tenemos pocos. Pero no es solo una cuestión de cantidad. Hemos hecho una instrucción que dice lo que hay que tener en cuenta, con unas fórmulas, para saber dónde instalarlo como sitios en los que ha habido siniestros motivados por la velocidad. Históricamente, se han instalado donde se podía. Ahora se puede hacer donde se crea conveniente. Además, estamos cambiando el tipo de radar y vamos hacia el radar de tramo, que a todos nos parece más justo. En un punto cualquiera puede tener un exceso de velocidad, en un tramo de dos o tres kilómetros es más difícil. Pero aparte es que están señalizados antes de llegar. Si no frenas en ese punto, muchas veces pienso que si te multan por exceso de velocidad es por tonto.
P. El objetivo de la DGT parece ser ahora reducir la siniestralidad de los motoristas.
R. El ministro del Interior presentó el balance de accidentes el 4 de enero y es verdad que había subido un 2% la movilidad y que había tres fallecidos menos. Pero vemos que, mientras los siniestros en todos los modos de desplazamiento han bajado en los últimos 10 años, en el caso de las motos ha aumentado un 37%.
P. ¿Tienen un perfil del accidente?
R. Siete de cada 10 se producen en carretera. Hay un perfil bastante concreto: tres de cada cuatro son en carretera secundaria, más de la mitad son en fin de semana, en motos de alta cilindrada y por salidas de la vía. El conductor tipo tiene entre 40 y 54 años, con 10 años de antigüedad en el carné de conducir. Parece ser que se trata de alguien que ha sido motorista, que en un momento se ha casado y ha tenido hijos por lo que ha tenido un aumento de la responsabilidad y ha dejado la moto. Transcurridos los años, se compra una moto de gran cilindrada y una cazadora de cuero y se va a la carretera y se sale de la vía en una curva.
P. ¿Cuándo se pondrán en marcha las pruebas para conducir las motos de 125 centímetros cúbicos?
R. Será en esta legislatura. Llevamos solo tres meses desde el inicio y parece que llevamos muchísimo tiempo.
P. ¿Se va a abordar el problema de los patinetes y que no cumplan las normas?
R. A veces tengo la sensación de que la diferencia entre una persona mayor y un joven es lo que opina sobre los patinetes. Un mayor siempre dice que se prohíban y los jóvenes, que les gusta más que la bicicleta y que les da más libertad. La participación en la circulación tampoco es muy significativa, pero llama la atención porque son la novedad. Hemos hecho la regulación técnica, como estar prohibido ir en carretera, la velocidad máxima o el no poder circular por las aceras. Para esta legislatura irá el casco obligatorio, la edad mínima de 16 años y el registro de patinetes para identificar los vehículos. Para el seguro obligatorio, tendréis que preguntárselo al Ministerio de Economía, que son los que se establecen los seguros. Está tardando mucho.
P. ¿Qué novedades tienen previstas para este año?
R. A partir del verano, habrá motos camufladas patrullando por las carreteras, de forma que el motorista que está al lado de otro puede ser un guardia civil. Sucederá sobre todo los fines de semana para aquellas zonas más conflictivas, de forma que acabemos con las animaladas. La segunda es más para el invierno. Cuando haya nevadas, se prohibirá el circular o estar en el carril de la izquierda, de forma que puedan circular las quitanieves echando sal o los servicios de emergencia.
P. Hubo un total de 1.145 muertos en 2023. ¿Se puede bajar esta cifra?
R. Es un disparate y seguro que se puede rebajar. Eso sí, en estos momentos están estabilizados no solo aquí, sino también en Europa. A corto plazo, estamos con las motos, las salidas de la vía —el 42% de fallecidos son por esta causa—, atropellos en carretera y el alcohol. Solo el año pasado hubo 50.000 condenas penales por conducir con altas tasas de alcoholemia. Tenemos un problema como sociedad con el alcohol.
P. ¿Y a medio y largo plazo?
R. A medio, estamos con la industria de automoción, que ha hecho un impresionante esfuerzo de ayudas a la conducción. Esto, poco a poco con la renovación del parque móvil, se debe ir notando. Y, por otro lado, el vehículo conectado, que hable con los otros vehículos y con la carretera. A largo plazo, está el 5G, la inteligencia artificial, la nube o el big data que acercan al vehículo autónomo.
P. ¿Pagarán los españoles peaje por circular por las autovías?
R. Tengo prohibido hablar de peajes. No es de mi competencia.
P. ¿Cómo recibe un director general de Tráfico que han muerto seis personas arrolladas en un control de la Guardia Civil, como el de Los Palacios (Sevilla)?
R. Primero intentando coger información para entender algo que te rompe todos los esquemas. Esto es un desastre que refleja el drama de la carretera. Pienso en dos cosas. Una, en los servidores públicos que estaban allá haciendo su trabajo para protegernos a todos y han dejado su vida. Dos, también piensas en el ciudadano normal que estaba esperando en un control y de pronto se ha acabado todo. Lo segundo es el análisis en profundidad para intentar que nunca más vuelva a ocurrir.
P. ¿Le informan a diario del número de fallecidos y los accidentes más graves?
R. A las ocho de la tarde, puntualmente me entra un mensaje en el móvil en el que nos informan del número de fallecidos en las últimas 24 horas. No solo a mí, sino a todo el equipo de dirección. Es una forma de evitar la tensión y recordarnos el problema que tenemos.
P. ¿Hay días que no se han registrado fallecidos?
R. El año pasado hubo como 25 días con cero fallecidos, lo cual demuestra que es posible. Aquí es como una fiesta y nos llamamos para comentarlo. Cada año, hay más días con cero fallecidos respecto a los anteriores. Como tendencia, vamos en la buena dirección, pero queda mucho camino.
«No vale la pena arriesgar»
El director general de Tráfico también da unos consejos para estas fechas: “Primero, disfruta del merecido descanso, no lo estropees en la carretera. Segundo, no vale la pena arriesgar. Lo demás es que todos los sabemos: ponerse el cinturón de seguridad; si bebes, no conduzcas; no tengas distracciones y en especial los motoristas, mucha prudencia. Como dice la campaña de este año, conducir es compartir. Parte de la fuerza de la seguridad vial está en los valores que tiene detrás. Es algo así como que somos muchos compartiendo la vía pública, no estás solo, con lo cual has de tener que compartir. Si todos cumplimos las normas, todos salimos ganando. Si impera el individualismo y el egoísmo, esto es la selva y todos salimos perdiendo”.
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