Las grullas, nos dice ‘Pjaros‘, son aves que vuelan desde el pasado. Lo hacen disciplinadas, en formacin en punta de flecha, sabedoras de que el aire es a la vez el enemigo que hay que batir y el medio necesario que sustenta su empeo, por fuerza desaforado, contra la gravedad (la ley de). Vuelan hacia un futuro clido en el que posarse y, llegado el caso, anidar. Ordenadas y felices. Mirado con distancia, sin embargo, todo su esfuerzo tiene mucho fracaso por su carcter cclico. Apenas terminan su viaje, vuelven a empezar. Y as una y otra vez. Se dira que suya es la frase clebre de Beckett: «Lo intentaste. Fracasaste. No importa. Vuelve a intentarlo. Fracasa otra vez. Fracasa mejor». Las metforas son as y, de tanto en tanto, vuelan.
‘Pjaros‘, de Pau Dur, es una pelcula, queda claro, sobre grullas. Y sobre el fracaso. Y sobre hombres que fracasan. Pero lo es, y esto es lo relevante, sin ese gesto pomposo al que nos tienen tan acostumbrados los relatos enfermizamente narcisistas de hombres que fracasan. Es curioso, pero hasta la derrota, que debera ser casi por definicin una dolencia annima y muy privada, ha acabado por convertirse en una herramienta ms del catlogo inagotable de exhibicionismo de la especie humana en general y, ms en concreto, de su gnero masculino. Por eso, se antoja tan notable este cuento sin nostalgias ni gestos desmedidos sobre la intimidad de algo tan personal como perder. Una y otra vez. Y cada vez mejor.
Se cuenta la historia de dos hombres que, a su modo, vuelan desde el pasado. En verdad, huyen de l. Uno es mecnico que completa su sueldo con el trfico de marihuana. Es eso y un padre de los que no saben cundo es el cumpleaos de su hijo. No es falta de cario, es simplemente falta. El otro es abogado y gran aficionado a observar aves. En su cuenta de resultados figura una vieja deuda enorme por saldar. Quiz imposible de saldar. Un buen da se cruzarn y juntos recorrern Europa entera desde Espaa a Rumana pasando por Italia, Eslovenia y Hungra. Buscan el lugar exacto en el que anidan las grullas, pero tambin van detrs, ya se ha dicho, de su ms ntimo fracaso. Cada uno detrs del suyo.
Con este argumento de ‘road movie’ y de la mano de dos actores tan convencidos de su oficio como conscientes de la derrota que les habita, Dur compone una pelcula esencialmente bella, sentida y lcida sobre todo lo perdido, sobre cada camino extraviado, sobre el perdn que siempre llega tarde. Sobre todo eso y, ms metidos en la etologa humana (que no animal), sobre las debilidades de una masculinidad no tanto en crisis como simplemente equivocada. Sin barroquismos afectados, sin homenajes improcedentes a Bogart, sin recurrir al crepsculo de nada, lo que se ve es un ejercicio de cine sincero y claro sostenido por el brillante duelo interpretativo digno del mejor ‘western’ entre un Luis Zahera lejos de su registro siempre iracundo y un Javier Gutirrez tan espontneamente Javier Gutirrez como siempre (y como nunca tambin).
Si en la pelcula en la que debut como director, ‘Formentera Lady‘, Dur nos hablaba de un presente sepultado por un pasado de utopas demolidas y hippies algo trasnochados, ahora pasado, presente y futuro conviven en una misma herida, en un idntico ciclo por siempre repetido de grullas y de hombres. No hay nido posible para el vuelo corto del macho triste.
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Direccin: Pau Dur. Intrpretes: Luis Zahera, Javier Gutirrez, Teresa Saponangelo, Edgar Moreno, Diana Cavallioti. Duracin: 100 minutos. Nacionaliad: Espaa.
