Podemos cree que el escenario de una repetición electoral en Cataluña es en este momento el más probable. Por ello, la formación morada, tal y como ya publicó este diario, ha decidido que de repetirse los comicios en octubre acudirá a esos comicios en una nueva lista conjunta con los Comunes o en solitario. En las últimas elecciones autonómicas del pasado 12 de mayo, los morados prefirieron abstenerse de presenta una lista. Dejaron libre el terreno a los Comunes de Jéssica Albiach y Ada Colau, que, sin embargo, obtuvieron un resultado por debajo de las expectativas: perdieron dos escaños con respecto a las últimas elecciones. Después del buen resultado cosechado en las europeas, Podemos asegura que ahora su intención es presentarse a la catalanes si se vuelve a votar.
Los morados creen que el escenario más probable en este momento en Cataluña es que se repitan los comicios en octubre. Así lo reflejan fuentes del partido activas en Cataluña, que señalan dicha posibilidad porque, sostienen, ERC está en dificultad. Los republicanos tienen por delante una disyuntiva. Las fuentes consultadas admiten que la elección «racional» para ellos sería apoyar a un gobierno de Salvador Illa, que tácticamente dejaría fuera de juego a Carles Puigdemont. Pero los sectores y el alma nacionalista siguen pesando internamente. Y tanto en Podemos como en otros partidos catalanes concluyen que ningún dirigente de ERC «pondrá su firma» en un gobierno de Salvador Illa.
Los morados se preparan, por lo tanto, a un escenario electoral. Y lo hacen con la esperanza de aprovechar la buena racha de las europeas. En los comicios europeos de junio, Podemos ganó a Sumar: 110.000 votos frente a 102.000. Esa victoria ha alimentado la sensación de que Cataluña puede volver a convertirse en uno de sus feudos, donde humillar a Yolanda Díaz y a los Comunes después haberse visto orillados a lo largo de los últimos años.
Nuevo pacto en la izquierda
En las últimas europeas, por ejemplo, Podemos arremetió contra los Comunes y Sumar por aprovecharse de los perfiles en redes sociales que, en teoría, compartía con el partido morado. Los Comunes lograron con Podemos 195.000 votos en 2021. Esas papeletas permitieron obtener ocho escaños en el Parlament. Tres años después, cuando Podemos prefirió abstenerse de presentar una lista, Albiach cosechó 181.000 votos (5,8%), y perdió dos diputados.
La dirección de los Comunes admitió después de las últimas autonómicas que el resultado estaba por debajo de las expectativas. Los Comunes han abierto incluso un debate sobre el liderazgo, aunque siguen agarrándose a la opción de un gobierno de Illa para evitar que se repitan las elecciones.
La suma de Podemos y los Comunes en las europeas revela que los morados aportarían la mitad de los votos del bloque de los de Albiach y Colau. Ese resultado serviría para ganar incluso la batalla interna, imponiendo según las fuentes consultadas controlar incluso la mitad de la próxima lista. Es allí donde Podemos quiere clavar su cuchillo a Yolanda Díaz. En partidos como IU y también en los Comunes se ha abierto un debate sobre la necesidad de volver a hablar con Podemos, pero los morados de momento enfrían el asunto.
Aunque, en realidad, se trata de un movimiento táctico. Es probable que si finalmente ERC, PSC y Junts van al choque definitivo y Cataluña vuelve a votar en octubre, los Comunes busquen la manera para reintegrar a Podemos en la coalición de izquierdas. El temor a que los morados puedan ganar la contienda, o que simplemente resten votos necesarios para mantener cierto peso político en el Parlament, obligaría a los de Colau y Albiach a intentar pactar un armisticio con Conchi Abellán, lideresa de Podemos en la región. El peligro para ambos sería convertir el actual 5% de votos en dos bloques del 2% o 3%. Pero ambos escenarios serían favorables para Podemos en su particular operación de acoso y derribo a Yolanda Díaz.
Peligro presupuestario
Derrotar a la gallega sigue siendo el principal objetivo de Podemos. Y una repetición electoral en Cataluña puede convertirse en un escenario hasta favorable, puesto que los morados creen que Sánchez evitará adelantar las generales debido a su debilidad y el miedo a perder la Moncloa. Pero el Ejecutivo entraría de facto en fase de estancamiento, que acabaría afectando a Sumar. Y esta vez Podemos no pondrá la otra mejilla.
Después de la escisión parlamentaria de Sumar, Podemos quiere actuar con autonomía en el Congreso, y sabe que la próxima batalla será el debate presupuestario. Aunque Sánchez estire la legislatura, en 2025 necesita redactar unas nuevas cuentas, y allí es donde los morados harán valer sus votos. Por ejemplo, rechazando cualquier tipo de ajuste obligado por Bruselas. Montero ya habla de «gran coalición» en Madrid y Europa entre socialistas y populares como arma electoral para relanzar a su partido.
En Sumar, de hecho, temen el efecto bumerán de una repetición en Cataluña sobre las cuentas. Uno de los cuatro coordinadores temporales de Sumar, el diputado Txema Guijarro, afirmó recientemente que si se vuelve a votar en Cataluña será más difícil para el Ejecutivo desbloquear las cuentas. Guijarro habló en RNE de unas formaciones catalanas dispuestas a «poner la pistola por encima de la mesa» y de un horizonte presupuestario que se «complicaría» si se vuelve a votar en Cataluña. Sumar, y los Comunes, en definitiva esperan que la situación catalana se resuelva antes de llegar a una repetición electoral, que, en cambio, Podemos ya ve como muy probable y hasta favorable.
