El Tajo es el río más largo de la península ibérica, con un total de 1.008 kilómetros desde su nacimiento en los montes Universales, en la sierra de Albarracín (Teruel), hasta desembocar en el océano Atlántico a la altura de Lisboa, formando un estuario.
Su recorrido puede dividirse en tres tramos. El primero tiene 816 kilómetros y pasa por seis provincias españolas: Teruel, Guadalajara, Cuenca, Madrid, Toledo y Cáceres. En un segundo tramo, de 47 kilómetros, forma frontera entre España y Portugal. El tercero, con los 145 kilómetros restantes, pasa por las regiones de Alto Alentejo, Ribatejo y Estremadura hasta que llega a la capital lusa. Los portugueses lo conocen como río Tejo.
El nombre del Tajo viene de la denominación que le pusieron los antiguos romanos, Tagus. Según explicó el historiador portugués André de Resende en su obra Las antigüedades de Lusitania, el topónimo podría rendir homenaje a un rey íbero llamado Tagus o Tago.
El poeta latino Silio Itálico, que vivió en el siglo I después de Cristo, es el autor de la epopeya La Guerra Púnica, en la cual menciona de manera directa a Tagus. Este habría sido un líder de la Hispania prerromana. Fue asesinado por el general cartaginés Asdrúbal el Bello, que mandó que lo crucificaran en torno al año 221 antes de Cristo.
Enrique Cabrejas, investigador de la historia del lenguaje, expone: «Los romanos le llamaban Tagus, que es una traslación latina de Tajo. En realidad, el nombre es Taio, y es que es como un tallo«. El gramático indica que es «una rama que brota llena de fertilidad, pero que al tratarse de un enorme surco es un corte profundo que divide un territorio entre dos riberas». El experto concluye que el nombre del río Tajo es un acrónimo ibérico que en español significa «el corte profundo«.