Pedro Sánchez hizo este sábado parada en Valladolid en el mitin central de la campaña a las elecciones al Parlamento europeo del 9 de junio. Lo hizo arropado por dos ministros pucelanos, el de Transportes, Óscar Puente, y la de Igualdad, Ana Redondo, que fueron tan ovacionados por el millar de personas que se dieron cita en un pabellón de la Feria de Muestras como el propio líder socialista. Y es que los dos jugaban en casa pero, especialmente, el que durante ocho años fue alcalde de la ciudad, desbancado por un pacto PP-Vox, a pesar de haber ganado en votos las elecciones municipales.
Así que Puente demostró que sigue teniendo clavada esa espina y aunque como ministro «no he perdido», según confesó, porque «estoy disfrutando muchísimo con el mejor Gobierno de la historia», aseguró que «estoy dolido, me duele mi ciudad«. Intervino en el acto, como también lo hizo la número uno al Parlamento, Teresa Ribera, y la dos, la también vallisoletana Iratxe García, además del secretario autonómico socialista, Luis Tudanca, y, por supuesto, Pedro Sánchez.
Sin embargo, el discurso del exalcalde socialista fue el menos europeísta porque se dirigió a criticar casi exclusivamente la gestión que realiza su sucesor en el cargo, el popular Jesús Julio Carnero. Con un hilo conductor, eso sí, bien traído ya que advirtió de que se piense bien el voto que se emite el 9J no vaya a suceder como en las elecciones municipales en Valladolid y «se cambie un Ferrari por un Modus o un Twingo, que casi nos cierra la planta por lo feo que era», dijo al referirse al antiguo modelo de Renault. Más aún, alertó de que «nos puede pasar que acabemos eligiendo a medio alcalde y medio senador», en alusión a Carnero.
«Vaya cambiazo que le han dado a Valladolid», continuó el ministro de Transportes, que arrancó su intervención destacando «el buen trabajo del Grupo Socialista en el Ayuntamiento, aunque a renglón seguido reconoció que «no es muy difícil porque se las están poniendo como se las ponían a Fernando VII». Y a partir de ahí tocó hablar de «las cosas que hemos perdido y que habíamos logrado». «Ya se han cargado el pádel, la plaza mayor del vino, en el puente de Poniente no tienen suficiente con dos carriles y acaban por hacer un ridículo mundial cuando un constructor mundial renuncia a hacer las esculturas y ahora Arco de Ladrillo», enumeró Puente. «Todo por llevar la contraria», clamó.
También aprovechó para reprochar a Jesús Julio Carnero su ausencia de la primera Comisión de Transportes del Senado en la que él comparecía y de la que el alcalde es presidente. «Cambiamos cuatro veces la fecha para que asistiera y no vino porque estaba celebrando la fiesta de ascenso del Real Valladolid», explicó el ministro, que terminó por apuntar a su sucesor que «no puedes ser alcalde y senador porque ninguna de las dos cosas la vas a hacer bien».