El actor Imanol Arias ha declarado este martes ante el tribunal de la Audiencia Nacional, donde ha reconocido haber cometido cinco delitos fiscales y ha renunciado a su derecho a la última palabra, afirmando que desea «dejar de estar en la cabecera de este reparto cuanto antes». Esta declaración se ha dado en el marco del juicio por el ‘caso Nummaria’, que también implica a la actriz Ana Duato y a casi treinta personas más.
Arias ha llegado a un acuerdo con la Fiscalía Anticorrupción por el cual acepta una pena de 2 años y 2 meses de prisión, aunque no ingresará en la cárcel. Esta resolución implica que, a pesar de la condena, podrá evitar la reclusión, un aspecto que ha sido fundamental para el actor en su intento de cerrar este capítulo lo más pronto posible.
El actor ha sido el octavo en declarar este martes, después de que otros siete acusados también admitieran los hechos. Durante su turno, la magistrada Ana Revuelta, presidenta del tribunal, le preguntó si conocía la duración de las penas de cárcel, a lo que Arias respondió afirmativamente, sugiriendo que se podían mencionar para conocimiento general. La presidenta explicó que todos en la Sala estaban al tanto de las penas, por lo que no era necesario leerlas en voz alta.
Afirma haber pagado íntegramente la indemnización
Arias confirmó haber pagado íntegramente la indemnización exigida por la Agencia Tributaria por los cinco delitos fiscales. Explicó que la idea de crear sociedades participadas por mercantiles extranjeras provino de su asesor fiscal, Fernando Peña, propietario del bufete Nummaria y principal investigado en este caso. Este esquema fue parte central de la estrategia que resultó en los delitos fiscales.
Cuando el fiscal Tomás Herranz le preguntó por qué aceptó esa estructura societaria, Arias alegó desconocimiento y señaló que no manejaba esos asuntos, creyendo que todo «formaba parte de la estructura necesaria». Añadió que sólo trataba sus asuntos con Fernando Peña y negó tener trato con otros acusados, limitando su interacción únicamente con su asesor.
Dos años de cárcel y el 50% de la cantidad defraudada
En el acuerdo, Arias reconoce delitos fiscales en el IRPF de 2010 a 2014, aceptando una pena de 2 años y 2 meses de prisión y una multa del 50% de la cantidad defraudada en los dos primeros ejercicios y del 60% en los tres últimos. Este acuerdo implica que el actor asume su responsabilidad y las consecuencias financieras de sus acciones durante ese periodo.
El escrito de la Fiscalía no se opone a la suspensión de las penas por un período de dos años y destaca que la responsabilidad civil, incluyendo la cuota tributaria e intereses de demora, está completamente satisfecha. Este aspecto es crucial ya que garantiza que Arias ha cumplido con todas sus obligaciones fiscales y legales, permitiéndole evitar la prisión y cerrar este complicado capítulo de su vida.