Renfe no ha acudido este lunes a la reunión convocada por la Generalitat para abordar las constantes incidencias del servicio de Rodalies. La inminencia de las elecciones del 12M ha sido el principal motivo esgrimido por la empresa ferroviaria para ausentarse. Renfe ha solicitado que el encuentro se celebre después de los comicios autonómicos. “Entra [la reunión] en conflicto con la ley electoral”, han señalado fuentes de Renfe a Europa Press. El Govern ha asegurado al mismo medio que la ausencia de Renfe persigue “especular con el resultado” de las elecciones en las que el candidato del PSC, Salvador Illa, parte con ventaja según las encuestas.
Según fuentes de la Consejería de Territorio, que dirige Ester Capella, la reunión se mantendrá por “respeto” al resto de los participantes la comisión mixta Generalitat-Renfe. La compañía ferroviaria fue avisada el 22 de abril para tener el encuentro el pasado 3 de mayo, pero “para alargar la fiesta de los días 1 y 2 en Madrid”, Renfe pidió posponerlo. El lunes 29 de abril se envió la convocatoria por correo electrónico a todos los miembros y, el día 30, se informó al presidente de Renfe “por otras vías”.
El secretario de Infraestructuras y Movilidad de la Generalitat, Marc Sanglas, ha tildado de “impresentable” la ausencia de la compañía ferroviaria haya declinado participar en la reunión prevista. El Govern quería pedir explicaciones a Renfe por las diversas incidencias que sufre diariamente el servicio y que provoca retrasos o cancelaciones de viajes: “El sistema de transporte público de Rodalies no está funcionando”, ha recalcado, en rueda de prensa, Sanglas, quien también ha afirmado que la cita estaba prevista “con el tiempo y la antelación suficientes como para que Renfe pudiera comparecer y dar las explicaciones apropiadas”.
La Generalitat sostiene que no se quedará inmóvil ante los reiterados desbarajustes de los trenes de Rodalies, unos problemas que los partidos independentistas utilizan para criticar la gestión del Transporte que realiza el Gobierno. Tras la incidencia del pasado jueves, en la que los viajeros no pudieron obtener los abonos gratuitos porque las máquinas expendedoras de billetes no funcionaban, la Agencia Catalana de Consumo decidió sancionar a la compañía con una multa de 900.000 euros por la avería de la línea R2 del mes de mayo del año pasado. Renfe acusó al Govern de hacer “un uso electoralista” de este expediente sancionador y que agotará “todas las vías administrativas” para evitarla.
La escalada de tensión entre ambos organismos llega marcada por las elecciones del próximo domingo y por el traspaso de la gestión de Rodalies a la Generalitat. El Gobierno central y el Ejecutivo catalán tienen hasta septiembre para elaborar los estatutos de la empresa mixta (participada entre ambos entes) que se hará cargo de los trenes y de los maquinistas. También definirán los aspectos económicos, jurídicos y qué líneas ferroviarias serán transferidas parcialmente, como la R1 de Molins de Rei a Maçanet; la R2 Sud, entre Barcelona i Sant Vicenç de Calders, i R3, de l’Hospitalet de Llobregat a Puigcerdà. Aunque este acuerdo cerrado entre el PSOE y ERC está condicionado al nuevo gobierno que surja tras los próximos comicios.
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