La Guardia Civil ha localizado a un peregrino de 72 años que se encontraba desorientado y perdido en el Sendero de los Molinos, en Almadén de la Plata, mientras intentaba completar una etapa del Camino de Santiago. El hombre, que realizaba la ruta a pie junto a un grupo de compañeros procedentes de Barcelona, se había separado de ellos para caminar a una velocidad distinta. La alarma se disparó entre sus amigos cuando, tras un tiempo, perdieron todo contacto con él, encontrándose su teléfono móvil apagado debido a la falta de batería.
Tras un infructuoso intento de búsqueda por parte de su grupo, se alertó al servicio de urgencias 112 y a la Guardia Civil. Los agentes se dirigieron al albergue Rural El Romeral, donde se hospedaban los peregrinos, para recabar información y organizar un dispositivo de búsqueda en colaboración con los Guardias Rurales del área.
Los compañeros del desaparecido informaron a la Guardia Civil de que el hombre necesitaba medicación regular por problemas de salud, y que llevaba varias horas sin acceso a agua ni alimentos. Con esta información, se organizó una batida por el terreno, caracterizado por su orografía escarpada y su densa vegetación, lo que complicaba enormemente la búsqueda. Durante la operación, uno de los amigos del desaparecido, que es médico, se unió a los agentes para ayudar en la localización.
Con la caída de la noche y el descenso de las temperaturas, la situación se volvió más crítica. Sin embargo, finalmente los agentes encontraron al peregrino en el suelo, refugiado bajo un árbol. El médico que acompañaba a los agentes comprobó su estado de salud y se le proporcionó agua para combatir la deshidratación, además de un teléfono móvil para que pudiera comunicarse con sus compañeros y familiares.
El grupo fue acompañado de vuelta al albergue en Almadén de la Plata, donde pudieron reencontrarse y recuperarse del angustioso incidente. La rápida actuación de la Guardia Civil y la colaboración entre diferentes cuerpos de seguridad y el grupo de peregrinos fueron clave para asegurar un final feliz a esta potencialmente peligrosa situación.