Como cada semana, Pasapalabra ha renovado su plantel de invitados. En esta ocasión, los afortunados han sido la actriz Raquel Sánchez Silva, el actor Pepe Ocio, el cómico JJ Vaquero y María Esteve. Esta última cuenta con una de las posiciones sociales más importantes; es hija de la icónica cantante Marisol, que desapareció del foco público hace algo más de veinte años. Desde entonces, sus hijas han querido seguir con su legado, aunque defendiendo la posición de su madre de mantenerse alejada de todo lo que tiene que ver con su vida actual. Y es que son muy pocos los detalles que se conocen de la realidad de la cantante que representó a España a Eurovision, quien reside en su Málaga natal, y donde intenta pasar siempre desapercibida.
María Esteve Flores nació hace 50 años en la localidad argentina de Mar de Plata. Se convirtió, así, en la hija mayor de la cantante Marisol -cuyo nombre real es Pepa Flores– y del bailarín Antonio Gades. Además, María tiene otras dos hermanas; Celia Flores, quien es cantante, y Tamara Esteve, que se dedica a la psicología. María tiene una larga trayectoria en el mundo de la interpretación y ha pasado por distintas películas como El otro lado de la cama de Emilio Martínez-Lázaro. Además, en televisión, ha rodado series como Doctor Mateo, donde interpretó a Elena, la panadera del pueblo.
La trayectoria de María Esteve como actriz
También, ha trabajado en otras producciones como Sabuesos, Supernormal o Sin huellas. Además, también ha participado como invitada para el programa de humor y comedia, Me resbala. En 2004 creó la Fundación Antonio Gades para preservar el legado de su padre y la dirige desde entonces. Siguiendo con la estela de su madre, María siempre ha intentado ser una mujer muy discreta. Aún así, su trabajo como actriz ha hecho que, en alguna que otra ocasión, protagonice titulares. Es más, fue hace unos años cuando, tanto ella como sus hermanas, se subieron al escenario para recoger el Goya de Honor a Marisol.
Sobre su lado personal sabemos que María se casó en 2011 y que antes mantuvo una relación con el director de cine, Álvaro Fernández Almero, con quien estuvo durante cinco años. La actriz y su actual pareja se casaron en Málaga en un enlace que fue muy íntimo y en la que estuvo rodeada por sus seres más queridos. Además, ella misma confesó que había sido algo «íntimo». «No me gusta airear mi vida privada y en un momento tan especial lo que quería era estar rodeada de mi gente más allegada», confesó. Entre las personas que están en su círculo más privado se encuentra el cantante Pablo Alborán, con quien la actriz mantiene una estupenda relación. Es más, a través de sus redes sociales, ambos han compartido varias instantáneas en las que se dedican románticos mensajes. Para María, el cantante es su «hermano vitamina».
Casada, sin hijos y sus retoques estéticos
A pesar de que su progenitor falleció hace años, María sigue teniendo una conexión muy especial con él. Es más, como ya hemos comentado, es María quien lleva las riendas de la fundación de su padre. Es más, la actriz también mantiene una buenísima relación con la viuda de su padre, Eugenia Eiriz. En las redes sociales, María suele presumir de su conexión y, también, menciona el recuerdo de su padre que, por el momento, pervive en su memoria. Lo cierto es que, en los últimos años, María ha sufrido una gran transformación de su físico. Y, aunque ella no ha hablado públicamente, sí que parece ser que se ha sometido a algún que otro retoque estético. Fue en 2020, tal y como publican en la revista Semana, cuando reapareció con un nuevo rostro en la presentación de su nueva película en Mediaset.
Lo que sí ha reconocido la actriz es que pasó por una clínica dental en Málaga para someterse a un tratamiento de cirugía ortográfica con ortodoncia invisible. «El caso de María fue un tratamiento complicado, donde se tuvieron que combinar la cirugía y la ortodoncia para corregir su maloclusión y su clase III. Afortunadamente y gracias a su implicación y su constancia, el tratamiento ha sido todo un éxito», apuntan desde la página web de la clínica. «¡Esperamos que nunca deje de sonreír con esa alegría! Para nosotros sin duda también ha sido todo un placer tratar a esta gran actriz», apostillan.
