El verano de Kate Middleton está a punto de llegar a su fin, al igual que el de sus hijos que ya regresan a la rutina escolar y el del Príncipe Guillermo, que ya mira a los próximos actos oficiales que constan en su agenda. Aunque centrada en su totalidad en el tratamiento para el cáncer que padece y que actualmente es su principal prioridad, la Princesa de Gales no ha querido dejar de ocupar su tiempo con planes y escasas pero significativas apariciones en público.
En las últimas semanas, la prensa se ha hecho eco tanto de sus vacaciones alejadas del foco mediático en Norfolk, donde sus habitantes pudieron verla disfrutar de una auténtica batalla de agua y decidieron respetar su intimidad sin fotografiarla, como de su reaparición en Balmoral hace varios días, dos oportunidades con las que la Princesa informa indirectamente de que se encuentra en buen estado y sigue con su vida con normalidad.
A pesar de la enfermedad, cuya evolución es desconocida, que limita por el momento su presencia en la agenda oficial, Kate Middleton no desatiende sus responsabilidades en Palacio y se mostraría muy activa con sus numerosos proyectos personales y profesionales que sitúan en el horizonte la vuelta a reanudar sus deberes a tiempo completo. Una de las últimas tareas que se ha conocido que ha realizado la Princesa, tiene que ver con su compromiso con la infancia, pues ha hecho llegar en el mes de agosto una emotiva carta a una ciudadana preocupada por su hija.
Preocupación por la salud
Tal y como ha revelado la revista ‘¡Hello!’, cuando Kirsty Kerr escuchó hablar sobre la salud mental infantil a la futura Reina de Inglaterra en la pasada campaña ‘Shaping Us’ decidió que debía dar un importante paso para ayudar de alguna manera a Isla, su hija celíaca de seis años, pues estaba muy preocupada por ella. En Kate encontró a alguien a quien poder contar con confianza los problemas que atravesaba la niña con su enfermedad y lo hizo en forma de carta que envió a Palacio en diciembre.
En la hoja que escribió, Kirsty detallaba a la Princesa las dificultades a las que tenía que hacer frente su hija al sentirse diferente al resto de los niños de su colegio debido a la estricta alimentación que le obligaba a seguir la celiaquía. «Nunca puedes desconectarte. Me sorprendería que no creciera con algún tipo de ansiedad en relación con la comida. Ella entiende el dolor que supone consumir gluten, pero siempre nos dice: ‘No me gusta no consumir gluten’», expresaba la mujer en la misiva.
Ella «nunca había visto a nadie hablar realmente sobre cómo afecta a los niños en su crecimiento y en salud mental algo que está completamente fuera de su control», por lo que se armó de valor y, con un estilo formal, habló «en modo madre a otra madre», puesto que sabía que la Princesa de Gales también tenía hijos que podrían ser diferentes al resto de los niños.
Una sorpresa inesperada
Para su sorpresa, la misma carta que envió en diciembre y que esperaba que ya no tuviese contestación, fue respondida el pasado mes con otra misiva, aunque no escrita del puño y letra de Kate. En la carta real es el propio jefe de comunicaciones de Palacio quien le dedica a Kirsty su agradecimiento por el gesto que tuvo al redactar su mensaje pensando en la Princesa. «Lamento conocer el mal momento por el que ha pasado su hija, pero es bueno conocer el progreso que ha hecho Isla desde su diagnóstico. Está claro por tus palabras que la salud mental de Isla está siendo tratada en casa como tema fundamental y eso es admirable», reza una parte del texto recibido recientemente.
En otro fragmento, la secretaría de Palacio ha querido dotar al mensaje con un toque personal hablando en nombre de Kate Middleton para hacerle saber tanto a Kirsty como a su hija que la Princesa conoce su historia. «Ha sido muy considerado por tu parte tomarte la molestia de escribir como lo has hecho. La princesa de Gales me pidió que te enviara sus mejores deseos a ti y a tu familia», podía leerse.
Para ‘¡Hello!’, la madre de Isla ha expresado todo lo que ha supuesto para su hija el amable detalle que ha tenido Palacio con ellas. «Parece una tontería, pero me dijo: ‘Mamá, la princesa Kate sabe que no tomo gluten’. Creo que le ayudó a sentirse un poco más comprendida», asegura sobre lo orgullosa que se siente ahora la niña, quien «estaba encantada y emocionada. Cree que Kate es la mujer más glamurosa del mundo». No se conocen los detalles de la reacción de la Princesa al saber por lo que pasaba la pequeña, pero seguro se sentiría reflejada con la misma.