El presidente del Parlamento de Cataluña, Josep Rull, propondrá a la Diputación Permanente de la institución que el Pleno de investidura de Salvador Illa se celebre este jueves a partir de las diez de la mañana. Ese órgano, que rige la Cámara en periodo no hábil, se reunirá este miércoles, también a la misma hora y a petición de Rull, para oficializar la convocatoria. Tras la celebración de la ronda de consultas, Rull ha comparecido en la sala de audiencias para anunciar que el diputado y candidato socialista a president de la Generalitat tiene la voluntad de someterse al debate y cuenta con el apoyo de su grupo, de ERC y de los comunes. La sesión, atípica por celebrarse en pleno mes de agosto, se desarrollará bajo la amenaza de los diputados de Junts —verbalizada por su secretario general, Jordi Turull— de pedir la suspensión del Pleno si Carles Puigdemont es detenido.
En su breve discurso, Rull no ha mencionado al expresident, sobre el que pesa una orden de detención nacional, pero su figura planea y condiciona el debate. Desde el primer día que asumió el cargo, el presidente de la Cámara autónoma recalcó que su intención era defender los derechos de todos los diputados. Todo el mundo da por hecho que el presidente, de Junts, suspenderá el Pleno si Puigdemont es arrestado, pero la incógnita es saber cuántos días podría durar ese aplazamiento. PSC, ERC y comunes han visualizado por primera vez al término de la ronda de consultas que actúan como un bloque y han registrado una solicitud para que Rull convoque la Diputación Permanente de forma “urgente e inmediata”. Pero no ha hecho falta porque el presidente del Parlament lo ha hecho casi de forma automática. El gesto indica, sin embargo, las suspicacias que envuelven el debate y el papel que puede adoptar Junts. El límite para poder celebrar la investidura expira el día 26 de este mes. De no haber president investido para entonces, habrá que ir a nuevas elecciones.
Desde primera hora de este martes, han desfilado por el despacho de Rull: Salvador Illa, Josep Maria Jové y Marta Vilalta (ERC) y Jéssica Albiach (Comuns). Albert Batet, líder parlamentario de Junts, ha comparecido y ha afirmado que su grupo asumirá en esta legislatura la condición de ser la primera fuerza de la oposición y la primera de “estricta obediencia catalana”. El diputado ha achacado el acuerdo PSC-ERC a la necesidad de los primeros de pactar cuando esperaban mejores resultados electorales el 12-M y al miedo de los segundos a volver de nuevo a las urnas pese a que el Ejecutivo estará dirigido, ha dicho, “por el presidente que más se comprometió con el artículo 155″. “Ejerceremos la responsabilidad de fortalecer nuestro proyecto para revertir el proceso de desnacionalización y el primer Govern formado por una fuerza de clara dependencia española”, ha puntualizado.
El presidente del Parlament de Cataluña Josep Rull comparece después de la ronda de consultas previa a la investidura. Gianluca Battista
En sus declaraciones, Batet se ha remitido al anuncio realizado por su compañero de filas Turull de que pedirá la suspensión del Pleno si Puigdemont es detenido. “No dibujaremos escenarios ni especulaciones pese a que su vuelta puede comportar su detención o ingreso en prisión. No nos queremos resignar a ver como algo normal que haya una ley de amnistía y que el Supremo no la aplique. No hace falta ser independentista para no escandalizarse”, ha dicho, señalando que espera que todas las fuerzas democráticas se pongan de acuerdo para condenar lo que ha calificado de “rebelión”. Batet no ha querido aclarar, preguntado tres veces, cuánto tiempo tendría que suspenderse el Pleno y si debería reanudarse antes de que expire el plazo del 26 de agosto. “No queremos anticipar escenarios ni hacer especulaciones. Esperamos que se condene esa la rebelión. ¿Hacerlo antes del 26? Yo soy partidario de que se cumpla la ley”.
Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
No viene a dejarse detener, viene a ejercer sus derechos como diputado”, dice Jordi Turull, secretario general de Junts
A la misma hora que arrancaba la ronda de consultas, Turull ha insistido en una entrevista a TV3 que Puigdemont tiene un compromiso de asistir al Pleno de investidura, que no tiene pactado nada con los Mossos acerca de su regreso y que su presencia en el escaño habrá que interpretarla como “una victoria del independentismo”. Si es arrestado de camino al Parlament, “Junts pedirá que el pleno no se celebre”, ha manifestado y ha añadido que si el aplazamiento no es atendido “los que seguro que no van a estar allí van a ser los diputados de JxCat”, ha avanzado. “No viene a dejarse detener, viene a ejercer sus derechos como diputado”, ha especificado.
Tras casi siete años fuera de España, la inminente vuelta de Puigdemont ha venido a ahondar, aún más, la irrevocable fractura del independentismo. Turull ha cuestionado el papel que pueda jugar y si podría apoyar el plante de Junts. “Esquerra hará lo que acuerde con el PSC, han decidido ir de la mano”, ha dicho. Albiach también ha avanzado que su grupo vería bien detener el pleno si Puigdemont no se puede sentar en el escaño: “No viene de un día, de dos ni de una semana”. Abandonar el pleno no es una práctica extraña en el Parlament. Quienes la han llevado a cabo de manera más habitual han sido los grupos de Ciudadanos y del PP, durante los años álgidos del procés. Juan Fernández, portavoz de los populares, no ha aclarado que papel asumirán en el Pleno si Puigdemont ocupa su escaño, pero sí ha pedido a Rull que el expresident no entorpezca a la institución y que no haya más espectáculo. “Si viene, tiene que ir antes a los tribunales a dar cuenta de sus hechos. Veremos. Haríamos un mal favor a la justicia si permitimos que esté en su escaño pese a sus cuentas pendientes”, ha afirmado.
