Una novena persona acusada de estar implicada en la organización del atentado reivindicado por el grupo Estado Islámico, que causó más de 140 muertos en los suburbios de Moscú, fue detenida, anunció el viernes la justicia rusa.
Hace exactamente una semana individuos armados abrieron fuego en el Crocus City Hall, una sala de conciertos cerca de la capital rusa, antes de prenderle fuego.
Las autoridades rusas actualizaron el balance a 144 víctimas fatales, precisando que numerosos heridos siguen hospitalizados.
Desde entonces se detuvo a cuatro presuntos atacantes, así como a varios sospechosos de haberlos ayudado.
El viernes, un noveno sospechoso, Nazrimad Lutfulloi, fue detenido, informó el servicio de prensa de los tribunales de Moscú. Es originario de Tayikistán, una antigua república soviética de Asia Central, al igual que los presuntos atacantes.
Las autoridades no precisaron el supuesto papel que desempeñó, pero se le acusa de «terrorismo» al igual que a los cuatro presuntos agresores, un delito que puede castigarse con cadena perpetua.
Su prisión preventiva durará por lo menos hasta el 22 de mayo.
El grupo Estado Islámico confirmó el viernes la detención de cuatro de sus miembros, a los que considera autores del atentado.
A pesar de esta clara reivindicación yihadista, las autoridades rusas persisten en trazar un vínculo con Ucrania, país al que se enfrentan militarmente desde hace más de dos años.