El tribunal moscovita de Basmannyy ha emitido este martes una orden de detención contra Yulia Navalnaya por pertenencia a una organización extremista. Se trata de la viuda del opositor Alexei Navalni, muerto en prisión en febrero de este año. La orden tiene una vigencia de al menos dos meses desde su extradición o bien desde su arresto en territorio ruso, según informa la agencia de noticias Interfax.
Navalnaya, que ha prometido seguir con el trabajo de su esposo desde el extranjero, se enfrenta a una pena de prisión de entre dos y seis años, así como una multa que puede ascender hasta los 600.000 rublos (unos 6.200 euros) si se demuestra que es culpable.
Navalni, que se encontraba cumpliendo una pena de cerca de 30 años de cárcel por extremismo y fraude, murió a mediados de febrero de 2024, en medio de las informaciones sobre su mal estado de salud, que su entorno achacaba a que habría sido víctima de envenenamiento.
Pidió que no reconocieran los resultados de las elecciones
La viuda del opositor ruso pidió el pasado 13 de marzo a la comunidad internacional no reconocer los resultados de las elecciones de Rusia, que se celebraron ese mismo fin de semana y en las que el presidente Vladímir Putin revalidó el cargo ante la falta de candidatos opositores.
«Hago un llamamiento a los líderes políticos de Occidente para que ayuden a todos los ciudadanos rusos que se oponen a la banda de Putin. Les insto a que finalmente escuchen la voz de la Rusia libre y adopten una postura de principios contra ella. No reconocer los resultados de las elecciones falsificadas, no reconocer a Putin como presidente legítimo de Rusia», manifestó.
Derrota en Ucrania
Por otro lado, Navalnaya aseveró que el apoyo a Ucrania, invadida por Rusia desde finales de febrero de 2022 por orden de Putin, se convirtió en «la opción moral natural» de las potencias occidentales, y que una derrota de Rusia desembocaría en que el gobierno de Putin se quedara «al borde del colapso», pero que debe ir acompañada del apoyo a «las fuerzas que continúan resistiendo» dentro del país.
«No crean que todos en Rusia apoyan a Putin y su guerra. Rusia está bajo una dura dictadura. El número de prisioneros políticos en Rusia es tres veces mayor que durante la lucha del sistema soviético contra los disidentes. Se están pisoteando los Derechos Humanos y no hay libertad de expresión ni de protesta», relató.
