El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no ha desaprovechado su visita hoy a Barcelona para pronunciarse sobre la oferta pública de adquisición de acciones (opa) lanzada por BBVA sobre el Sabadell y ha anunciado que el Ejecutivo va a abrir este martes una consulta pública para poder tomar una postura.
Sánchez ha informado sobre este hecho, después de que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) aprobara la semana pasada la operación, un hecho que ha causado malestar en determinados sectores y partidos políticos. Tras el veredicto, el Gobierno tiene quince días hábiles para elevar al Consejo de Ministros si inicia un plazo de treinta días adicionales para ampliar o recortar los compromisos asumidos e impuestos a BBVA para llevar a cabo la opa. Las medidas que adopte Moncloa solo pueden tener un carácter de interés general y excluyen la posibilidad de prohibir la oferta de compra.
Para perfilar su postura, que hasta la fecha era de oposición total, dará la oportunidad a los ciudadanos, a las empresas, a las organizaciones empresariales y otro tipo de instituciones la posibilidad de pronunciarse. Hay que resaltar que muchas patronales han mostrado ya su rechazo.
En los últimos días distintos ministros habían pedido prudencia sobre la posición del Gobierno con respecto a la opa hostil de BBVA, además de tiempo para analizar el dictamen de la CNMC, mientras que sus socios habían reclamado una paralización de la transacción.
Sánchez ha anunciado la consulta pública en su intervención en el Cercle d’Economía de Cataluña, que está presidido por el que fuera exconsejero delegado del Sabadell, Jaume Guardiola, una personalidad que ha sido muy crítico con la oferta de BBVA al banco vallesano.
Desde su lanzamiento, en mayo pasado, esta es la segunda vez que Sánchez se pronuncia sobre la opa. Hace unos meses señaló que el Gobierno estaba preocupado por los riesgos que suponía para la cohesión territorial. Por entonces, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, mantenía su rechazo, aunque en todo momento indicaba que habría que esperar al veredicto de la Competencia.
El Sabadell, que pretende tumbar la oferta para continuar con su proyecto en solitario, se agarra a que Moncloa ponga palos en la rueda con medidas adicionales o al menos que deje claro que no permitirá una fusión de ambos bancos una vez concluya la opa. Por su parte, BBVA confía en todo lo contrario, ya que la ley es muy ambigua y las cuestiones por las que podría intervenir de facto el Ejecutivo apenas le conciernen.
Por el momento, con la apertura de la consulta pública, da cierto oxígeno al Sabadell, ya que innumerables patronales empresariales, principalmente, han intentado por todos los medios que la CNMC prohibiera la opa en los últimos meses. Incluso, alguna ha llevado a Justicia el caso, ya que la institución que preside Cani Fernández no les estaba teniendo en cuenta sus opiniones.