El PSOE, que en febrero estaba 14 puntos por detrás del PP en las encuestas tras quedar noqueado en las elecciones gallegas, bulle ahora con el ánimo por las nubes y con Pedro Sánchez contando las horas a que el domingo se abran las urnas electorales. “¿Os apetece daros el gustazo de ganar a [Alberto Núñez] Feijóo y [Santiago] Abascal el domingo? ¡Yo tengo unas ganas, estoy contando las horas! ¡Pues a votar al PSOE!”, ha jaleado el presidente del Gobierno en un último golpe de riñón en el cierre de la campaña socialista ante 4.500 personas en Fuenlabrada, la hebilla del cinturón rojo del sur de Madrid. “Están pidiendo la hora y diciendo ‘este partido lo vamos a empatar’. ¡Pues lo vamos a ganar, no aprenden!”, ha percutido, animado a “dar una lección al mundo” de cómo parar a la ultraderecha el 9-J enfundado en la camisa vaquera de su versión más mitinera y con dos chapas con el lema “Zurdo” y “Zurda” en el acto más multitudinario de la campaña socialista y en medio de un ambiente enfervorecido. “El próximo domingo tenemos un fantástico plan de fin de semana, por nuestras hijas, por nuestras madres, por nuestros vecinos, por los trabajadores, por nuestro futuro, por tantos y tantos motivos, porque queremos disfrutar de la vida, porque no queremos brazos en alto, así que a votar con la zurda!”, ha enfatizado la candidata y vicepresidenta tercera, Teresa Ribera.
En el PSOE están convencidos de que el PP no ganará por KO las elecciones europeas, en contra de las expectativas que Feijóo ha estado alimentando durante los últimos tres meses. Los datos internos que maneja el PSOE auguran un empate técnico en el que día a día recortan la distancia que el PP llegó a atesorar tras las elecciones gallegas. El espíritu de la remontada se ha apoderado del socialismo como el 23-J, mientras la cúpula de Ferraz y La Moncloa afrontan con tranquilidad y confianza los comicios del domingo: los trackings que el PSOE maneja no contemplan en modo alguno que estos comicios vayan a debilitar a Sánchez. Dirigentes del círculo del presidente advierten que más bien podría ser al revés, es decir, que fuera Feijóo el perjudicado tras un efecto boomerang de su estrategia. “¡El domingo se van a llevar un sorpresón! Para eso le pido el voto a las zurdas y zurdos y a quienes no se sienten de izquierdas pero no quieren ver brazos en alto en Europa”, ha solicitado el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. “¡José Luis, eres un estupendo compañero de viaje, otros a Trancas y Barrancas, tú con los compañeros y compañeras!”, le ha reivindicado el alcalde de Fuenlabrada, Francisco Ayala, en alusión al otro expresidente socialista, Felipe González, que la víspera del arranque de la campaña de las europeas criticó al actual presidente y líder del PSOE en el programa El Hormiguero. “El cachondeo va a ser el día 10 -el lunes- cuando los suyos le digan ‘¡Feijóo vete de aquí!’. ¡Pedro, vas a conseguir lo que nadie, quitar a tres presidentes del PP!”, ha añadido el regidor en referencia a los antecesores de Feijóo en Génova, Mariano Rajoy y Pablo Casado.
El último día de la campaña ha dejado un PSOE crecido que ya se da por vencedor por que el PP no cumplirá las expectativas que el mismo Feijóo se había impuesto de conseguir una gran victoria que pudiera vender como un cambio de ciclo en la política española, en la que Sánchez acaba de cumplir seis años en La Moncloa. “Tengo muy buenas vibraciones para el 9 de junio. Hace un mes decían que iban a arrasar al PSOE. Eso decía Feijóo, el PP. Y hoy están en ‘vamos a empatar’. Nosotros estamos preparados para ganar y es lo que vamos a hacer el 9 de junio”, ha afirmado Sánchez este mediodía ante un millar de militantes y simpatizantes del PSOE y de UGT que han asistido al penúltimo mitin de la campaña, en el que Sánchez ha vuelto a darle la vuelta a uno de los lemas de la derecha, reconvirtiéndolo en un nuevo símbolo de la izquierda. “[José María] Aznar dijo ‘Quién pueda hacer, que haga’ ¿Sabéis cómo le vamos a responder? Quién pueda votar, que vote al PSOE para ganar a la derecha y la ultraderecha”, ha señalado. No ha sido el primer giro de guion de Sánchez en campaña, en la que, como ya hizo el año pasado con Perro Sanxe, ha transformado el término “zurdos”, empleado de forma despectiva por el presidente argentino Javier Milei y Santiago Abascal, presidente de Vox, y en la que ha respondido a la citación de su esposa el 5 de julio acudiendo con ella el miércoles a un mitin en Benalmádena (Málaga), por primera vez desde el cierre del 23-J.
El secretario general del PSOE ha retomado en la recta final de la campaña, el acto con el sindicato hermano que tenía previsto para abril y que se tuvo que posponer porque coincidió con los cinco días de reflexión que se tomó a raíz de la investigación contra su esposa, imputada por presunto tráfico de influencias. “Es un acto muy especial”, ha reconocido Sánchez, en un espacio tan icónico para la izquierda clásica como el Claustro de la Escuela Julián Besteiro, con la UGT, y ante el secretario general del sindicato hermano que cuenta con un millón de afiliados, Pepe Álvarez, en un discurso en el que animado a repetir la hazaña de las pasadas generales. El presidente incluso se ha puesto, antes de su intervención, una gorra roja de la UGT. “¡Vamos a pararles de nuevo, como hicimos el 23 de julio, como hicimos en las elecciones catalanas!”, ha afirmado el líder del PSOE, que se ha dirigido de forma expresa a los jóvenes para que voten y de igual modo a las mujeres -ambos colectivos fueron clave en las pasadas generales- y los mayores: “Tenéis que ser los primeros en ir a votar y acudir a las urnas el próximo domingo porque vosotros sabéis muy bien las consecuencias sociales”, ha observado, en alusión a la congelación de las pensiones que aprobó el último Gobierno del PP.
“Es muy emocionante este último día, estar aquí para pedir el voto a los trabajadores, con el sindicato hermano”, había referido Ribera por la mañana. “Me siento enormemente positiva y con enorme fuerza, vamos a ganar. Feijóo ya ha perdido, ayer aspiraban al empate, ¿dónde están los diez puntos de ventaja que decían que nos tenían hace unos meses?”, ha continuado Ribera, que ha instado a no quedarse en casa el 9-J: “Tenemos que hacer que nuestras voces se oigan de aquí a que acabe la campaña esta noche, y que se active la reflexión mañana de quien todavía está dudando para que el domingo se oiga un estruendoso resultado en favor del europeísmo y la justicia social”.
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El secretario general de UGT ha destacado que la Confederación Europea de Sindicatos se está movilizando para “no dejar ninguna posibilidad de que la extrema derecha tenga una presencia institucional” en la Comisión Europea y por esa razón, “como no había hecho nunca en su historia, llama a los trabajadores y a las trabajadoras del continente a movilizarse en estas elecciones para impedir que la ultraderecha pueda decidir nada”. El sindicalista asturiano, que ha repartido halagos para otras fuerzas de izquierda como Sumar o Podemos, ha expresado también su respaldo a Sánchez y su pareja. “Estamos aquí también por nuestro Gobierno. Somos plenamente conscientes que una parte importante de los problemas que tiene el Gobierno de España tiene una relación directa con las políticas que ha realizado. Esta no es una cuestión personal, ni con el presidente, ni con la mujer del presidente. En todo caso, la mujer del presidente, el presidente, están pagando las consecuencias de las políticas que se han desarrollado en nuestro país, y nosotros, presidente, no os vamos a dejar porque somos gente de palabra como tú, sabemos que además necesitamos un periodo de tiempo largo para poder implementar definitivamente estas políticas que hoy los ciudadanos y las ciudadanas de nuestro país están disfrutando y que tan buenos resultados están dando a la economía española”, ha asentido Álvarez.
“¿Alguien pensaba que iba a salir gratis convertir más de 3 millones y medio de contratos temporales en contratos indefinidos? ¿Pensáis que les gusta? ¿Sabéis que están rabiando? ¿Que están deseando ver cuándo pueden llegar otra vez para volver a partir de excusas, volver a la situación que tenían de explotación indigna de una parte muy importante de los trabajadores y de las trabajadoras de nuestro país?”, ha reflexionado el líder sindical, que entre sus prioridades para la legislatura está “reducir el tiempo de trabajo, y con un acuerdo con la patronal” para rebajarlo de las 40 horas semanales actuales.
En paralelo a Sánchez y Ribera, los pesos pesados del partido y del Gobierno se han desplegado por toda España y el ex presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha grabado un mensaje telefónico que se está enviando a los teléfonos fijos de los hogares de un público segmentado, escogido por el comité electoral del PSOE, para lograr una movilización máxima en las elecciones del domingo. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha permitido ese día y la víspera, jornada de reflexión, sendas concentraciones para el rezo del rosario y manifestarse contra la amnistía en la calle Ferraz. Los servicios jurídicos de Ferraz han pedido la nulidad de la autorización de las concentraciones, que consideran que responden a fines políticos.
Y en esa idea, en la de hacer frente a la ultraderecha, es en la que el PSOE, con Sánchez a la cabeza, ha insistido hasta el último minuto de la campaña. “Señor Feijóo, no hay una ultraderecha buena y una ultraderecha mala. Hay una ultraderecha mala y hay una derecha aún peor que mala, que pacta con la ultraderecha como es el Partido Popular. Y a esos dos los vamos a ganar. Y lo que no se da cuenta la derecha española, es que cuando tú pactas con la ultraderecha acabas devorada por la ultraderecha”, ha advertido el presidente del Gobierno al líder de la oposición, que ha lamentado que el PP haya basado su campaña en la amnistía y la imputación de su esposa. “¿Hemos tenido algo enfrente aparte del fango? Gracias por el apoyo a mi familia y a mí”, ha asentido Sánchez, que ha igualado a Feijóo con Abascal y el agitador ultra Alvise Pérez, que logrará representación según las encuestas. “A los tres los vamos a ganar el próximo domingo, a las tres papeletas de la Internacional Ultraderechista, a la de Feijóo, la de Abascal y la de Alvide que ha salido del inframundo de Abascal. Solamente hay una papeleta que va a ganarles, la de los socialistas de España”, ha finalizado a la espera de la segunda remontada del PSOE en menos de un año.
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