Una semana después de aprobar en el Consejo de Ministros el plan de regeneración democrática, que incluye medidas para luchar contra los bulos, Pedro Sánchez viaja a Nueva York este lunes para participar en la Asamblea General de la ONU, con un acto especial marcado en la agenda de estos tres días: un encuentro de alto nivel el martes que ha organizado con el presidente de Brasil, Lula Da Silva, sobre la desinformación y las amenazas a la democracia. Los dos líderes progresistas quieren compartir en este encuentro con otros presidentes su preocupación por la desafección creciente que se detecta en millones de ciudadanos en todo el mundo, especialmente los más jóvenes, y buscar maneras de combatir sus causas, poniendo el foco en la desinformación, según explican fuentes gubernamentales.
La agenda de Sánchez en Nueva York está centrada en este asunto y en otros: los movimientos de presión a Israel para frenar la guerra en Gaza; el desarrollo sostenible; y una reivindicación de la multilateralidad, de la ONU y del feminismo.
Sánchez, que ha recibido críticas muy duras de la oposición por su plan de regeneración, que para el PP y Vox es un intento de censura a los medios, trata de demostrar en Nueva York con este acto con Lula y otros movimientos que este no es un debate exclusivamente español, sino una preocupación en todo el mundo por la extensión de la desinformación.
Los presidentes español y brasileño, junto a otros mandatarios, plantearán el martes en la sede central de la ONU medidas para defender a las democracias frente a los ataques de los extremismos y cómo mejorar el debate público y la transparencia de las democracias, tratando de reenganchar a los ciudadanos que se están alejando de ellas. Lula está especialmente interesado en este asunto —del que ya habló con Sánchez en la última visita que hizo el español a Brasilia— desde que en enero de 2023 vivió el asalto al palacio presidencial de Planalto de miles de bolsonaristas tras ganar él las elecciones al expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro. Sánchez insiste en que su plan de regeneración está basado en el reglamento sobre libertad de medios pactado en la UE y apoyado allí por el Partido Popular, y quiere convertir este asunto en parte prioritaria de su agenda en política nacional.
En cualquier caso, lo que dominará los debates en la ONU y el discurso ante la asamblea del propio Sánchez, que llegará el miércoles, es la guerra en Gaza y la invasión rusa de Ucrania. Especialmente la primera, con el riesgo de escalada regional tras la ofensiva de Benjamin Netanyahu contra Hezbolá en Líbano, que ha incluido el asesinato con explosivos ocultos en sus buscas y walkie-talkies de cuadros de la organización. En pleno proceso electoral en EE UU, los debates sobre el futuro de este conflicto serán claves, y Sánchez defenderá en todo momento el multilateralismo y la reivindicación de la ONU y su Consejo de Seguridad, al que Netanyahu desoye sistemáticamente, como la mejor herramienta para resolver los conflictos en el planeta, según fuentes gubernamentales.
El presidente también participará en estos tres días en Nueva York en encuentros bilaterales y eventos de contenido más claramente económico, para buscar inversores para España y reivindicar los buenos datos del país, especialmente el martes en el foro Latinoamérica, EEUU y España en la economía global, organizado por EL PAÍS y la Cámara de Comercio España-EEUU. Sánchez suele aprovechar estos encuentros en el corazón del capitalismo y las finanzas del planeta para defender que España crece mucho más que sus vecinos europeos y es un buen lugar para invertir. Será la séptima cumbre de la ONU para el líder del PSOE.
Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Sánchez también protagonizará un encuentro para defender la agenda feminista de su Gobierno en una cena organizada por ONU Mujeres y la iniciativa He for She, en la que tendrá un discurso que contará como moderadora con la actriz Anne Hathaway. Al terminar su discurso en la ONU, tras una rueda de prensa de balance, el presidente volverá a España, donde le espera el jueves la votación de la senda de déficit y el viernes la ronda de reuniones con los presidentes autonómicos.
