La crecida del arroyo, sobre las diez y media de la noche, ha motivado el corte de varias calles junto a la zona del viejo aeropuerto
A paso ligero abandonaba José Luis Sanz la Plaza de Toros de la Maestranza. Se marchaba el alcalde a toda prisa de la entrega de premios universitarios nada más recibir los primeros avisos del servicio de emergencias de que el arroyo del Tamarguillo comenzaba a desbordarse, a la altura de Valdezorras. Lo hacía incluso antes de que sobre el antiguo monte del Baratillo cayera una tromba descomunal que dejaba a todos los asistentes atrapados bajo la carpa protectora. Llovía a mares en la capital, con todos los servicios municipales activados y desplazados hasta la zona agrícola próxima al viejo aeropuerto.
La crecida del caudal del arroyo motivó que, pasadas las diez y media de la noche, los servicios de emergencias cortaran al tráfico la calle Camino de los Indios y sus alrededores. Policía Local impedía tanto el tráfico rodado como el paso de los viandantes. Toda precaución era poca en unos momentos de especial angustia por la rápida crecida del río, afortunadamente detectada a tiempo por los equipos de emergencias.
Aunque al cierre de esta edición, la crecida no afectaba a viviendas, el gobierno local ordenaba mantener activo el plan de emergencias durante toda la noche, pendientes de la evolución de esta crecida del Tamarguillo, cuyo nombre, hilado con riadas, tan mal recuerdo trae a los sevillanos.
Desde esta mañana, la Junta de Andalucía ha ampliado el Plan Especial de Emergencia ante el Riesgo de Inundaciones en Andalucía (PERI) a los municipios de Espera (Cádiz), Montellano (Sevilla) y El Coronil (Sevilla), además de mantenerse activo en Cantillana (Sevilla) y el Palmar de Troya (Sevilla).