Escándalo en Alemania al ritmo de ‘L’amour toujours’ de Gigi D’Agostino. Un grupo de jóvenes intercambia la letra de esta famosa canación de los noventa por consignas racistas como «¡Extranjeros fuera!» y «Alemania para los alemanes» durante una fiesta en la terraza de un bar-discoteca (el Club Pony) de Kempen, en la Isla de Sylt. Mientras tanto: gritan, saltan, corean, realizan el saludo nazi -prohibido en el país- y hasta uno de ellos emula tener el bigote de Hitler con dos dedos entre el labio y la nariz.
Las imágenes duran apenas 15 segundos y llevan siendo virales desde el jueves de la semana pasada, aunque las autoridades alemanas creen que pudo ser grabado el 19 de mayo, Día de Pentecostés en Alemania, en una fiesta a la que acudieron alrededor de 70 y 80 personas. Y a ninguna de ellas parecieron molestarle las consignias que se gritaron, apuntan medios locales.
Tres de ellos, identificados como Moritz N. (trabajaba en una agencia de publidad), Maria K. (gestionaba redes sociales de ‘influencers’) y Juri B. (consultor de empresas), ya han perdido su trabajo. «Estamos impactados con el vil contenido del vídeo. Nada más verlo, reaccionamos de inmediato y le despedimos sin previo aviso», ha dicho la compañía en la que trabajaba este último en declaraciones a ‘Bild’.
El Club Pony, por su parte, se ha desvinculado de las consignas de sus clientes y ha anunciado represalias: «Estamos profundamente consternados. Todos los clientes, independientemente de su origen étnico, son bienvenidos aquí. Nos distanciamos de cualquier tipo de racismo y discriminación», explican en referencia al vídeo. «De haberlo sabido en el momento -continúa el pub en un comunicado a través de Instagram-, nuestro personal les hubiera expulsado. ¡Aquí no hay lugar para el racismo!». A partir de este momento, han anunciado, vetan la entrada a todos los integrantes del grupo que han protagonizado las imágenes, a quienes describen como «estos nazis»: «¡Vamos a denunciar este comportamiento repugnante y vamos a recurrir a todas las vías que existan en el Derecho Penal!», comunican.
Mientras tanto, la Policía alemana investiga los hechos como un posible delito de incitación al odio mediante el uso de símbolos anticonstitucionales.
Publicación en Instagram del Club Pony en la que se desvinculan de los hechos
Como consecuencia de la repercusión que han tenido las imágenes a nivel nacional, uno de los implicados, según ‘Bild’, se ha disculpado en redes sociales: «Pido perdón a todos los que hayamos podido hacer daño con esto. He cometido un error y me avergüenzo», ha escrito, además de añadir que se ha entregado a las autoridades y afrontará cualquier consecuencia legal.
La noticia se ha colado incluso en los círculos políticos de Berlín, causando una ola de indignación que se ha elevado hasta el mismísimo Olaf Scholz. El canciller alemán también ha tachado de «repugnantes» este tipo de consignas: «¡No son aceptables» y no puede considerarse un simple «error», ha denunciado el mandatario.
