El ministro de Exteriores de Corea del Sur, Cho Hyun, ha confirmado que más de 300 de las 457 personas detenidas por las autoridades migratorias de Estados Unidos en una planta de Hyundai Motor en Georgia tienen nacionalidad surcoreana y se ha ofrecido a viajar él mismo al país norteamericano para hablar del tema con la Administración de Donald Trump.
“Estamos muy preocupados y tenemos un gran sentido de la responsabilidad por el arresto de nuestros compatriotas”, ha dicho Cho, que ha convocado una reunión de emergencia para examinar la operación emprendida por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos.
Según el ministro, el presidente, Lee Jae Myung, ha ordenado movilizar esfuerzos parada defender los intereses de las empresas y los ciudadanos de Corea del Sur. Seúl baraja ya enviar una misión oficial ‘in situ’ y, “si es necesario”, Cho se ha ofrecido a ser él, “personalmente”, quien encabece dicha delegación, informa la agencia Yonhap.
La compañía automovilística ha confirmado la operación policial en sus instalaciones, pero ha negado que haya detenidos que trabajen “directamente” para Hyundai, al tiempo que ha defendido su compromiso con el cumplimiento de “todas las leyes y regulaciones en todos los mercados donde operamos. Esperamos el mismo compromiso de todos nuestros socios, proveedores, contratistas y subcontratistas”, reza el comunicado emitido por la empresa.
Ningún detenido trabaja «directamente» para Hyundai
La compañía automovilística ha confirmado la operación policial en sus instalaciones, sin embargo, ha negado que haya detenidos que trabajen «directamente» para Hyundai, al tiempo que ha defendido su compromiso con el cumplimiento de «todas las leyes y regulaciones en todos los mercados donde operamos». «Esperamos el mismo compromiso de todos nuestros socios, proveedores, contratistas y subcontratistas», reza el comunicado emitido por la empresa.
En este sentido, Hyundai ha designado a su director de fabricación en Norteamérica, Chris Susock, como responsable de la planta de Georgia y también encargado de realizar una investigación para analizar el cumplimiento de las normas en todos su proveedores. «Estamos revisando nuestros procesos para garantizar que todas las partes que trabajan en nuestros proyectos mantengan los mismos altos estándares de cumplimiento legal que nos exigimos», afirma la nota. «Hyundai tiene tolerancia cero para aquellos que no cumplen la ley», concluye.
Esta operación se enmarca en una serie de redadas por parte de agentes de inmigración en lugares de trabajo con el fin de cumplir la promesa del presidente estadounidense, Donald Trump, de emprender la mayor operación de deportación de la historia. Aproximadamente un 5% de la fuerza laboral estadounidense está conformada por inmigrantes indocumentados y la creciente represión amenaza con destruir cientos de miles de millones de dólares de producción económica.