Sidenor sube su apuesta por Talgo, aunque sigue lejos de las pretensiones de Trilantic, el fondo dueño del 29% del capital del operador ferroviario. El grupo vasco ha elevado su oferta por hasta los 4,15 euros por acción más otros 0,65 euros adicionales si se cumplen ciertos objetivos. Sin embargo, en el mejor de los casos sigue 20 céntimos por debajo de los cinco euros que pide el fondo de inversión que ha exigido -como mínimo- equiparar la oferta de la húngara Magyar Vagon, vetada por Moncloa en agosto.
La propuesta de Sidenor tiene el apoyo del fondo público vasco Finkatuz, la BBK y la Fundación Vital. La operación está avalada por el Gobierno vasco porque supondría la consolidación de Talgo, una empresa con una fuerte implicación en Euskadi, ya que tiene una de sus dos factorías, la más grande, en el municipio alavés de Rivabellosa, con 700 trabajadores (la otra en Las Matas, en Madrid, con 500 empleados). Por otro lado, el Gobierno ya ha dicho que la única opción viable es mantener un núcleo de control español.
La oferta original de Sidenor presentada en noviembre ofrecía 148 millones que Sidenor aunque Trilantic no se mueve de los 190 millones. Si consideramos que la acción cerró este martes a 3,94 euros (frente a los 3,4 de valor que tenía hace tres meses) la propuesta de cuatro euros de la vasca no tenía atractivo financiero ni representaba ningún tipo de prima y, por tanto, se quedó obsoleta
Ofertas por Talgo
No obstante, esta nueva propuesta solo eleva el valor a los 153 millones y con los variables se iría a los 178 millones, un precio que sigue sin cumplir las expectativas de Trilantic Las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE indican que la propuesta presentada sigue sin satisfacer al fondo, aunque están abiertos a negociar nuevas condiciones y un mayor precio. Las dudas pasan por el variable que se ofrece ya que prefieren un pago fijo mayor por todo su paquete accionarial.
Sidenor compite con al menos otras dos ofertas que no se han presentado todavía, pero que están cerrando detalles para pujar formalmente. Se trata de la polaca Pesa y de la India Jupiter Wagons, que han contratado los servicios de asesores y que en las últimas semanas han buscado acercamientos con la española, con el Gobierno vasco y con el propio Ministerio de Transportes. Las opciones sobre la mesa abren la puerta a una propuesta conjunta para compartir capital y aspirar a quedarse el 100% del fabricante ferroviario, pero las administraciones públicas insisten en que el control en todo momento debe ser para un núcleo español.
Trilantic ha prolongado en dos semanas la puja, hasta mediados de febrero, por lo que se da por supuesto que Pesa y Jupiter Wagons presentarán una oferta muy superior a Sidenor. Además, abren la puerta a comprar el porcentaje del resto de los socios de Talgo que se mostraron proclives a vender a los húngaros a mediados de 2023. Pero ninguna de las dos se quiere exponer a un nuevo veto del escudo antiopas, como ya pasó con Magyar Vagon, y que sirvió de elemento disuasorio para el proyecto de la checa Skoda, que nunca cristalizó.
Entrada de la SEPI
Este diario ya ha explicado que el Gobierno quiere agotar las otras vías antes de actuar y se pone como plazo finales de este mes para resolver la situación. Si Trilantic sigue sin aceptar la propuesta de Sidenor y se decanta por alguna de las otras dos empresas extranjeras se activará el plan de contingencia que pasa porque la SEPI ponga sobre la mesa el dinero que falta, lo que daría entrada a la participación pública.
Con Sidenor como socio industrial, el apoyo del Estado sería como socio minoritario y con una inversión de menos de 100 millones de euros. Esto aseguraría un núcleo de control español y se descartaría cualquier tipo de entrada de una empresa extranjera a medio y largo plazo.
En el centro de todo se encuentra el plan para crear un gigante ferroviario europeo con Renfe, Adif y Talgo, plan adelantado por este diario en enero. Un proyecto que no tendría recorrido si el fabricante ferroviario cae en manos extranjeras o si no hay un núcleo de control local. Son días claves y el Ejecutivo tiene activadas todas las opciones. Si ninguna de ellas cuaja, la entrada de la SEPI es solo cuestión de semanas.