Stella Assange ha aterrizado en Valencia para una estancia de apenas 24 horas en España. Lo ha hecho para asistir al espacio de debates Foro Social del festival reggae Rototom Sunsplash, en Benicàssim (Castellón), el primer evento público en el que participa, dice, desde que el periodista y cofundador de WikiLeaks fuera liberado en junio tras 12 años bajo arresto acusado por la justicia de EEUU de un delito de violación de la ley de espionaje, del que se ha declarado culpable a cambio de su liberación. “La libertad de Julian es un triunfo, pero no ha habido justicia. Ha sido una libertad a cambio de injusticia”, ha incidido.
Stella Assange ha apelado, poco antes del arranque de la charla y en un perfecto, y pausado, castellano, al nexo entre la causa a la que ha dedicado todos sus esfuerzos en los últimos años -lograr la liberación del editor- y la temática del Rototom 2024, El poder de la utopía. “El caso de Julian es una utopía hecha realidad”, ha aseverado. “Sin quitar que luchar por esa utopía es un camino duro, largo y difícil, y aunque no siempre está claro que vaya a acabar en un final feliz, igualmente hay que intentarlo; no llegamos a la utopía cerrando los ojos”, ha añadido.
“Hace ocho años la CIA estaba haciendo planes para asesinar a Julian y ocho años más tarde es un hombre libre, y eso es por la concienciación y el movimiento social y popular que hubo”, ha dicho. Un movimiento civil capaz de “unir a partes de la sociedad sin puntos en común”.
La presencia de la abogada experta en derechos humanos ha abarrotado el Teatre Municipal de Benicàssim (Castellón), convertido desde esta edición en una extensión, fuera del recinto de conciertos, de la agenda cultural del festival. Un certamen de reggae que proyecta conciencia a través de su programación extramusical, con la que enriquece su cartel desde hace casi tres décadas.
La charla ha llevado como título Jaque a la libertad de expresión. “Quería venir a dar las gracias”, ha indicado. La amistad con el activista italiano Alessandro di Battista, con quien ha compartido debate este lunes, ha contribuido a ello. “Me había contado ya anteriormente que es un festival, y un público, entre el que ha habido y hay mucho apoyo por la liberación de Julian, y quería agradecerlo”. “Hay gente que ha hecho mil cosas, pequeñas pero que en combinación crean una fuerza increíble. Si hay un movimiento organizado, diligente, que no se da por vencido y constante, que crece año tras año, se puede conseguir lo imposible. Es lo único que puede contrarrestar lo malo que está pasando en el mundo”, indica. Es su objetivo esta tarde. Agradecer, difundir el caso entre quienes no lo conocen para seguir generando conciencia y lanzar un mensaje: “La libertad de prensa no es tan libre; es necesario que haya un contramovimiento”, ha advertido.
El escenario entre la charla para urgir la libertad de Assange de 2023 y la de este verano ha cambiado, pero lejos de inspirar cierta relajación tras la tensión de los últimos años, el mensaje que Stella Assange ha compartido este lunes denota precisamente lo contrario. “Si desaparece la libertad de expresión, nos quedamos en un mundo manipulable, en una sociedad impotente incapaz de defenderse porque no puede tomar decisiones con la información correcta. Sin acceso a ella, la sociedad se aleja de la realidad”.
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Lo ha repetido ante este aforo atípico. “El cargo por el que [Julian Assange] fue imputado no es un crimen; fue privado de libertad por ejercer el periodismo, por obtener información de una fuente y publicarla, información veraz que acreditaba gravísimos crímenes de guerra”, ha argumentado en alusión a los archivos confidenciales del servicio secreto de Estados Unidos relacionados sobre todo con las guerras en Afganistán e Irak. Ello evidencia la “precariedad” de la situación en la que se mueven los periodistas en todo el mundo. Se ha “normalizado”, ha concluido, la “criminalización del ejercicio periodístico”.
Stella Assange ha abandonado el Foro Social entre aplausos. Poco después ha recorrido por el recinto de conciertos del festival. Julian Assange permanece en la casa familiar, en Australia. “Está descansando, recuperándose a nivel físico y mental. Se está tomando el tiempo necesario para recalibrar la libertad”, apostilla. Sobre el futuro, reconoce: “No estamos tomando grandes decisiones de momento, primero va lo urgente. Disfrutar de la familia, y de la naturaleza”.