Este sábado, Chloe de la Rosa tratará de conquistar el Festival de Eurovisión Junior, la vertiente infantil del concurso de canciones por excelencia, hazaña que España sólo ha logrado una vez.
Fue en el año 2004 cuando una sobrada de arte y desparpajo Maria Isabel conquistó a jurado y público con su ‘Antes muerta que sencilla’.
Veinte años después, la cantante, que perdió algo de la fama y la repercusión que ganó en aquella infancia marcada por la música, vive feliz en lo profesional y lo personal.
La joven onubense no solo se llevó el trofeo hace dos décadas, sino que también se ganó un lugar en el corazón del público español.
Ahora, María Isabel ha formado una bonita familia junto a su esposo, Jesús Marchena, un joven emprendedor que la acompaña en cada paso.
Marchena es creador de contenido de viajes y tiene cerca de 70k de seguidores en Instagram, donde da buena cuenta de sus aventuras.
Su hija Daliana, su gran pasión
La cantante comparte con orgullo en sus redes sociales momentos de su vida cotidiana, mostrando su amor por Jesús y su hija Daliana, quien llegó en 2023 para completar su felicidad.
Daliana, que aún es pequeña, se ha convertido en el centro de su vida, y María Isabel disfruta cada instante viendo crecer a su pequeña.
María Isabel ha utilizado su experiencia como artista para apoyar nuevos talentos y reflexionar sobre el impacto de la fama a una edad tan temprana. Y, recientemente, está inmersa en sus nuevos proyectos musicales, tratando de relanzar su carrera.
En sus publicaciones, también aprovecha para rememorar su paso por Eurovisión Junior, destacando cómo esa experiencia marcó su vida. A pesar de los desafíos, María Isabel sigue siendo un referente de autenticidad y sencillez, cualidades que cautivaron al público hace 20 años.
Hoy, centrada en su familia pero con la música siempre presente, María Isabel demuestra que, aunque los años pasan, sigue siendo fiel a sí misma, viviendo una vida antes muerta que sencilla.