Este sábado Carolina Yuste vive una de las noches más especiales de su carrera. Cuando acabe la gala podría haber ganado su segundo Premio Goya como actriz, esta vez por su interpretación en La infiltrada. La extremeña está nominada a Mejor interpretación femenina protagonista en este filme de Aranzazu Berradre Marín. Se juega la estatuilla con otras grandes actrices como Emma Vilarasau, Julianne Moore, Tilda Swinton y Patricia López Arnaiz. El año pasado se quedó con la miel en los labios por su nominación por Saben aquell, en la misma categoría, pero no fue la única vez que fue nominada. En 2019 también ocupó la categoría de Mejor interpretación femenina de reparto por Carmen y Lola y esa vez se llevó el premio, el primero de su carrera como actriz y cineasta.
Carolina es la actriz más joven de su categoría. A sus 33 años se ha colocado como una de las figuras más reconocidas por la academia en el panorama artístico. Lleva ya muchos papeles a sus espaldas, pero su faceta como directora es más desconocida. Está nominada también al Goya por su corto documental Ciao Bambina, que dirige y protagoniza con Afioco Gnecco. Este reconocimiento temprano ha impulsado su carrera en ambos lados de la cámara, y en los últimos años ha participado en proyectos como Girasoles silvestres, Las noches de Tefía o Hasta el cielo. Esta actriz destaca por el compromiso con su profesión y con otros aspectos de su vida personal, en la que ha demostrados ser una luchadora y rebelde.
El origen extremeño de Carolina Yuste
Nació el 30 de julio de 1991 en Badajoz, y desde muy pequeña le movió la vena artística. En este sentido ha seguido los pasos de su padre, el actor Juanjo Yuste. Carolina se formó en la RESAD -la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid- y se unió a la compañía de teatro La Manada. Los inicios de su carrera fueron en el teatro, en obras como Las brujas, donde empezó a demostrar su sensibilidad para los detalles del comportamiento humano. Por eso se interesó por la antropología y se matriculó de la carrera en la UNED, aunque tuvo que dejarlo cuando su carrera empezó a despegar.
Además del Goya, pronto podría recibir otro reconocimiento muy especial. En 2023 se planteó su nombre como posible Hija predilecta de la Ciudad de Badajoz, pero la iniciativa fue desestimada en el último momento. Esta nominación por doble partida podría reabrir la propuesta, porque, además, su corto tiene escenas rodadas en su tierra. «No es difícil verla disfrutando de un atardecer en la Alcazaba o un paseo por el casco antiguo al que adora junto a sus amigas y familia, porque si algo es Carolina, además de una de las actrices más talentosas que ha dado esta ciudad, es que es una persona sencilla, cercana y afectuosa», escribió un medio local en su día.
Su relación con Jaime Llorente y la bisexualidad
Carolina Yuste ha preferido mantener su faceta personal lo más privada posible. Aunque es muy activa en redes sociales, nunca muestra por allí datos reveladores sobre sus relaciones o su día a día. Se conoce que hace años mantuvo una relación con el actor Jaime Llorente, otro nombre de gran proyección en la industria. Se conocieron en la obra de teatro Fuenteovejuna, donde compartieron escenario y surgió su amistad. Estuvieron juntos dos años y después de su ruptura, ninguno mencionó de nuevo el tema para mantener la discreción.
Esta doble nominada al Goya ha ganado con la fama un altavoz muy potente para comunicar sus proyectos e ideas. Es una conocida activista por movimientos sociales como la vivienda o la comunidad queer, de la que forma parte como confesó en No está el horno para bollos. «Cuando llevamos un tiempo con chicas y, de repente, aparece un señor que te gusta, te dices: ‘claro, es que a mí se me había olvidado que soy bisexual’», contaba en el podcast. También se le ha relacionado con otros nombres de la actualidad dramática, pero no por su bisexualidad. Las redes han resaltado su parecido con Begoña Vargas y Alba Flores, otras dos artistas del cine de su misma edad con las que guarda un parecido sorprendente.
