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La nectarina es una fruta de carne jugosa. Aprovecharlas para preparar aperitivos es una forma de poner fin las patatas fritas y las conservas y encurtidos a la hora del aperitivo. Además, son las tartaletas de queso con salsa de nectarinas son tan fáciles de comer que ofrecen un picoteo sofisticado sin complicaciones.
En la siguiente entrada explicamos paso a paso cómo preparar estas espectaculares tartaletas de queso con salsa de nectarinas. Aprende cuales son sus ingredientes, modo de preparación, los mejores trucos parea que queden crujientes, y su contenido nutricional.

Tartaletas de queso con salsa de nectarinas
las nectarinas para la salsa deben de estar muy maduras
- 4 huevos
- 100 gramos de queso de cabra
- 100 mililitros de nata
- 30 gramos de harina
- 1 vaso de zumo de limón
- 200 gramos de azúcar
- 1 cucharada de aceite
- 4 nectarinas muy maduras
- 1/2 vaso de agua
Saltear los dados de nectarina
Para unas tartaletas, un relleno y una salsa perfectos, sigue esta receta:
- Casca los huevos y aparta las yemas por un lado y las claras por otro.
- Bate las yemas con el queso de cabra desmenuzado, la nata, la harina y el zumo de limón hasta formar una crema homogénea.
- Bate las claras a punto de nieve con 150 g de azúcar, hasta que estén firmes y brillantes.
- Integra cuidadosamente en la mezcla anterior con movimientos envolventes, para mantener el aire y conseguir una textura esponjosa.
- Precalienta el horno a 160°C. Corta la masa brisa en discos ligeramente mayores que los moldes. Forra los moldes, pincha la base varias veces con un tenedor y reparte la masa de queso en su interior.
- Cuece en el horno durante unos 20 minutos, hasta que la superficie esté firme pero ligeramente dorada.
- Pela y corta las nectarinas en dados. Calienta una sartén con el aceite, saltea los dados unos segundos. Añade el agua y el azúcar. Cuece hasta obtener un almíbar espeso y brillante.
- Retira las tartaletas del horno con cuidado, déjalas templar un poco y coloca encima los trocitos de nectarina con su jugo. Las nectarinas añaden dulzura, frescor y contraste visual, lo cual realza el picoteo.
Preparación con antelación
Si buscas optimizar tu tiempo antes de la cena, tienes estas opciones:
- Tartaletas horneadas: puedes prepararlas con antelación (sin colocar la fruta) y guardarlas en una fuente tapada. Después, antes de servir, solo caliéntalas brevemente (unos minutos en horno tibio) para devolverlas textura.
- Salsa de nectarinas: se puede cocinar con unas horas de antelación y guardar en el frigorífico. Antes de servir, caliéntala suavemente para que recupere su brillo y fluidez.
¿Hay que comerlas al momento?
Sí. La masa pierde frescura si pasa mucho tiempo después de hornearse. El contraste entre lo cremoso del queso y lo crujiente de la base es la clave de su encanto. Si se enfría demasiado, el queso se compacta y la base se humedece. Así que sí: es mejor montarlas justo antes de servir. Ideal en cenas donde se sirva un plato fuerte después; este aperitivo corta el apetito, pero sin llenar en exceso.
Conservación por partes
- Base con relleno sin fruta: guárdala hasta un día en un recipiente hermético en la nevera. Calienta en el horno antes de añadir la fruta.
- Salsa de nectarinas: puede permanecer hasta 48 horas en frío. Al recalentar, añade un poco de agua o zumo de limón si se espesó demasiado.
- Tartaletas montadas: se conservan en la nevera, cubiertas, durante unas tres horas. No las prepares con mucha antelación, se reblandecen y pierden textura.
Además, es una receta asequible, fácil y adaptable. Si no tienes masa brisa en casa, unas tartaletas compradas están permitidas. Tampoco hace falta ser un chef: montarlas es sencillo y gratificante. ¿Quieres variar? Utiliza melocotones o frutos rojos según la estación. Tal como indica la versión original, la masa se puede sustituir por crema pastelera o trufa y completar con frutos secos o virutas de chocolate para crear versiones más originales.