El presidente de La Liga, Javier Tebas, ha expresado su malestar por el uso de la imagen de la Última Cena en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París y ha calificado la acción como «inaceptable, irrespetuosa e infame», argumentando que representa un insulto para los creyentes cristianos.
«¡Inaceptable, irrespetuoso, infame! Usar la imagen de la Última Cena en los Juegos Olímpicos de París es un insulto para los que somos cristianos. ¿Dónde queda el respeto por las creencias religiosas?», ha escrito Tebas en su cuenta de X, además de utilizar el hashtag #Respeto.
El comentario ha generado una ola de reacciones en las redes sociales, dividiendo opiniones entre quienes apoyan su postura y quienes defienden la libertad artística y de expresión. Ya, durante la propia ceremonia, surgieron multitud de comentarios sobre las actuaciones.
El uso de la Última Cena
Por ejemplo, en 2010, la marca francesa de ropa Marithé François Girbaud lanzó una campaña publicitaria que parodiaba la famosa escena, reemplazando a los apóstoles y a Jesús con modelos femeninas. La campaña fue prohibida en Italia, y posteriormente, a Francia después de que un tribunal la considerara una ofensa a los sentimientos religiosos. Aunque fuera cancelada, la repercusión de este peculiar caso le proporcionó beneficios por encima de su media habitual.
El debate sobre el uso apropiado de iconos religiosos en la publicidad y el entretenimiento sigue siendo un tema candente. Para algunos, tales representaciones son una expresión de creatividad y libertad de expresión mientras que para otros, representan una trivialización de símbolos sagrados y una falta de sensibilidad hacia las creencias religiosas.
En el caso de los Juegos Olímpicos de París, el uso de la Última Cena ha colocado a la organización del evento en el centro de la polémica.