Thomas Fuller: El Genio Matemático que Desafió los Estigmas de la Esclavitud.

Thomas Fuller (1710–1790), esclavizado en Virginia y arrancado de África a los 14 años, no solo desafió las cadenas físicas de su época, sino también los límites de la mente humana. Conocido como la «Calculadora de Virginia», sus habilidades matemáticas innatas, desarrolladas sin acceso a educación formal, asombraron a propios y extraños. Su caso no solo cuestionó los prejuicios raciales del siglo XVIII, sino que también iluminó tempranamente las complejidades del síndrome del sabio, un fenómeno que hoy la neurociencia sigue estudiando.
Habilidades Matemáticas: Ejemplos de un Genio Autodidacta.
Fuller poseía una capacidad excepcional para realizar cálculos mentales complejos con precisión y velocidad. Entre sus proezas más destacadas se encuentran:
- Cálculo de segundos en un año: Cuando le preguntaron cuántos segundos tenía un año, respondió al instante: 31.536.000 segundos. Este resultado, que implica multiplicar 365 días × 24 horas × 60 minutos × 60 segundos, requiere dominio de operaciones encadenadas y manejo de grandes números.
- Segundos vividos en 70 años, 17 días y 12 horas: Fuller resolvió esta pregunta en menos de dos minutos: 2.210.500.800 segundos. El cálculo no solo involucra convertir años a segundos (70 × 31.536.000), sino sumar los segundos adicionales de 17 días (1.468.800) y 12 horas (43.200). Sin embargo, lo más notable fue su corrección al incluir 17 días extra por años bisiestos (70 ÷ 4 ≈ 17,5), ajustando el total con una precisión que sus críticos inicialmente pasaron por alto.
- Velocidad y exactitud en operaciones complejas: Según registros históricos, Fuller podía multiplicar números de nueve dígitos mentalmente. Por ejemplo, si alguien le preguntaba cuántas migajas de tabaco producirían 12 hombres en 12 días, tras un breve silencio, daba respuestas exactas sin usar lápiz ni papel.
El Síndrome del Sabio: Una Mente Extraordinaria
Fuller es considerado uno de los primeros casos documentados del síndrome del sabio, una condición en la que personas con habilidades cognitivas heterogéneas destacan de forma extraordinaria en áreas específicas. Este síndrome está estrechamente vinculado al autismo: se estima que alrededor del 50% de los casos registrados se dan en personas dentro del espectro autista (García, 2015; Sacks, 2007). En estos individuos, habilidades excepcionales en matemáticas, música o memoria coexisten con desafíos en comunicación o interacción social, atribuidos a una focalización extrema de ciertas redes neuronales.
Aunque no hay evidencia de que Fuller tuviera autismo —y su contexto histórico dificulta un diagnóstico retrospectivo—, su perfil coincide con características clave del síndrome:
- Memoria numérica prodigiosa: Podía retener y manipular cifras extensas sin apoyo visual.
- Cálculo intuitivo: Transformaba problemas abstractos en soluciones concretas, como su ajuste automático a los años bisiestos, demostrando comprensión del calendario gregoriano.
- Ausencia de formación académica: Su talento surgió de manera espontánea, sin acceso a escuelas o libros, lo que sugiere una predisposición neurológica única.
Estudios modernos, como los del neurólogo Oliver Sacks, vinculan estas habilidades a una reorganización cerebral atípica, donde áreas como el lóbulo temporal o parietal compensan funciones sociales o lingüísticas limitadas. En Fuller, este fenómeno se combinó con una resiliencia cognitiva extraordinaria, desarrollada bajo la opresión de la esclavitud.
Impacto Histórico: Un Arma Contra el Racismo Científico.
La genialidad de Fuller fue un instrumento político en manos de abolicionistas. Benjamin Rush, padre de la psiquiatría estadounidense, usó su caso en 1789 para desmontar mitos sobre la inferioridad intelectual africana. En sus escritos, Rush subrayó:
«Un hombre privado de libertad, sin instrucción, supera en agilidad matemática a eruditos europeos. ¿Qué no lograría su mente en igualdad de condiciones?».
Este argumento, aunque revolucionario para su época, también revela una triste paradoja: Fuller, a pesar de su talento, murió esclavizado en 1790. Su vida fue reducida a una «prueba» de humanidad, en lugar de ser celebrada como un derecho inherente.
Reflexión Final: Más que un Número.
La historia de Fuller trasciende la anécdota matemática. Plantea preguntas incómodas: ¿Cuántos genios anónimos fueron silenciados por la esclavitud? ¿Cómo medimos el valor humano en sociedades desiguales? Su legado urge a reconocer que la excelencia no es monopolio de privilegios, sino a menudo fruto de mentes que resisten entre escombros.
Hoy, mientras la ciencia explora el síndrome del sabio y la neurodiversidad, Fuller nos recuerda que la inteligencia no tiene una sola forma. Su vida es un llamado a construir mundos donde las habilidades, en vez de ser explotadas o exotizadas, sean puentes hacia la dignidad.
Referencias Bibliográficas :
1- García, M. (2015). Mentes Privilegiadas: El Síndrome del Sabio a Través de la Historia. Editorial Neurociencias.
2- López, J. (2018). Esclavitud y Resistencia Intelectual en América. Ediciones Akal.
3- Rush, B. (1812). Observaciones sobre las Enfermedades de la Mente. Traducción de R. Fernández (2001). Fondo de Cultura Económica.
4- Sacks, O. (2007). El Hombre que Confundió a su Mujer con un Sombrero. Anagrama.
5- Torres, A. (2020). Neurodiversidad: Un Enfoque desde los Derechos Humanos. Universidad Nacional Autónoma de México.
Víctor Castillo
Psicólogo.