Pablo-Ignacio de Dalmases, doctor en Historia y periodista, ha estudiado en Los novios de Federico el rastro del amor gay en la obra del poeta. Y lo ha hecho indagando en las relaciones sentimentales del poeta, desde el testimonio personal o el apunte de terceros, y tambin analizando poemas, escritos y cartas. Valiosos documentos donde hallamos las confidencias de diferentes autores del 27, como Moreno Villa -un nombre crucial en el asunto-, Vicente Aleixandre o Joaqun Romero Murube.
En Los novios de Federico se toma como referencia las investigaciones del historiador Ian Gibson, del dramaturgo Alberto Conejero o del ensayista Agustn Penn. Este ltimo de los primeros que logr recopilar informacin acerca de los amores de Federico Garca Lorca. Penn describe cmo vivi Lorca su homosexualidad en una Granada rural, en la que la marginacin y el oprobio era la respuesta que reciban aquellos que no encajaban en los roles sociales de la poca.
Segn cuenta Jos Mara Garca Carrillo en una declaracin tomada por Penn en 1955, Garca Lorca «no era en absoluto ambivalente en cuanto a su homosexualidad«. A pesar del contexto opresivo respecto de las relaciones homosexuales, el poeta jams ocult su identidad sexual. Ni siquiera de adolescente en aquellos primeros escarceos por la Vega de Granada. «[La homosexualidad] no pareca causarle el ms mnimo sentimiento de culpa», asegur el aparejador y confidente Garca Carrillo. «Federico se jactaba de haber amado a los chicos desde su infancia. Con l, por lo menos, siempre hablaba abiertamente de su amor a los hombres», relata Agustn Penn, tomando las palabras de Garca Carrillo.
Escribe Pablo-Ignacio de Dalmases que «sus primeros lances [los de Garca Lorca] debieron tener lugar en la vega granadina donde encontraba buenos compaeros de aventura», y transcribe la informacin de Ian Gibson, quien nos relata que Lorca «adoraba a los campesinos y en especial a los catetos; le gustaban sucios y sudorosos… se saba en toda Granada que era maricn perdido; pero la gente lo aceptaba porque l se impona por su personalidad…».
Juan Ramrez de Lucas fue otro nombre destacado en la historia sentimental de Lorca: el ltimo amor del poeta. De Ramrez de Lucas siempre se ha apuntado que fue la persona que inspir Los sonetos del amor oscuro. Vicente Aleixandre, no obstante, no est de acuerdo con esta afirmacin. Gibson, tomando como referencia el criterio del autor de La destruccin o el amor, sostiene que «si bien era indudable que los poemas haban sido inspirados por un amigo en particular (…) no crea que la expresin amor oscuro tuviera para Lorca una connotacin exclusivamente homosexual. Segn Aleixandre, en ellos el amor es oscuro por atormentado, difcil, no correspondido, ni entendido, no por homosexual». Sin embargo, estos sonetos lorquianos se publicaron por primera vez en 1984 en el peridico ABC, donde colaboraba Juan Ramrez de Lucas.
Todos los testimonios coinciden en la descripcin de Lorca como alguien de una personalidad extraordinaria, carismtico, amable. «Arrolladora simpata» y «encanto personal», precisa el autor de Los novios de Federico. No estamos por tanto ante una persona introvertida, insegura, tmida, y, como se indica en este libro, no fue Lorca alguien que ocultara su condicin sexual. Ni siquiera en los mbitos ms adversos y represivos. No obstante, hubo tres lugares donde el poeta am y vivi con ms intensidad que en su Granada natal: Madrid, Estados Unidos y Cuba. Aqu y all, Lorca se sinti plenamente liberado.
En la Residencia de Estudiantes conoci a Salvador Dal, otro autor imprescindible para construir la vida sentimental de Federico. «Salvador invit a Federico a pasar la Semana Santa de 1925 en Cadaqus, un pueblecillo de pescadores situado en el litoral de la provincia de Gerona y entonces bastante aislado a causa de su deficiente comunicacin terrestre», detalla Pablo-Ignacio de Dalmases. Y sigue este relato: «La estancia result clave en su relacin porque [en palabras de Ian Gibson] ‘cuando vuelve con l a Madrid ya est perdidamente enamorado'».
Esta relacin de amistad entre Lorca y Dal -de amor no correspondido si lo miramos desde la ptica de Lorca- despert los celos de Buuel. «El tercero de la cuadrilla no pudo evitar los celos por la consolidacin de la relacin entre sus amigos que haba adquirido tintes que su mentalidad carpetovetnica no pudo sino condenar», escribe de Dalmases. «Federico me revienta de un modo increble», confiesa Buuel en una de sus cartas.
Ya en la dcada de los aos treinta, en los aos de La Barraca, Federico Garca Lorca conoce al actor Rafael Rodrguez Rapn, con quien mantiene una relacin similar a la que mantuvo con Dal; es decir, llena de ambigedades en lo sentimental y en lo sexual. Con Rapn, el poeta vivi otra amistad-romance. Desconocida para muchos. Romero Murube, conservador de Los Reales Alczares de Sevilla, cuenta que vio cmo Lorca «meta su mano debajo de la camisa de Rodrguez Rapn, le acariciaba el pecho y luego le besaba apasionadamente».
El historiador y periodista Pablo-Ignacio de Dalmases aclara otro debate sobre la vida de Lorca: su homosexualidad determin su asesinato? El autor de Los novios de Federico lo niega. Y recupera las palabras de Luis Rosales: «A Federico lo mat la envidia».
