Table of Contents
Vacaciones, sol, playa… y un compañero de cuatro patas que no se queda atrás. Cada vez son más los destinos que apuestan por un turismo inclusivo con mascotas, y la Costa Brava es un ejemplo brillante de ello. Entre calas escondidas, naturaleza salvaje y aguas cristalinas, existen lugares especialmente adaptados para que los perros también puedan disfrutar de un chapuzón sin restricciones. Desde THE OBJECTIVE, te presentamos tres playas caninas imprescindibles en la Costa Brava, donde tu perro podrá correr libre, bañarse y vivir un verano inolvidable contigo.
1. Playa Port de la Vall – Port de la Selva
En el extremo norte de la Costa Brava, en pleno Parque Natural del Cap de Creus, se esconde la Playa Port de la Vall, una pequeña joya semisalvaje rodeada de pinos y tranquilidad. La zona habilitada para perros se sitúa en uno de los extremos, lo que permite disfrutar del mar sin invadir el espacio de los demás bañistas. Esta playa destaca por su paisaje rocoso, aguas claras y aire mediterráneo, ideal para quienes buscan una experiencia más íntima con su mascota. Aunque no dispone de servicios específicos en la playa, su cercanía al núcleo urbano del Port de la Selva facilita el acceso a todo tipo de comodidades.

2. Playa de Sant Jordi – Llançà
En la localidad de Llançà, al norte de la Costa Brava y muy cerca de la frontera francesa, se encuentra la Playa de Sant Jordi, una pequeña cala de ambiente apacible y poco concurrida que se ha convertido en un refugio perfecto para quienes buscan calma, naturaleza y un día de playa con su perro sin aglomeraciones. La cala no cuenta con servicios específicos para bañistas ni para mascotas, pero precisamente esta sencillez es parte de su encanto: el entorno es virgen, las aguas son limpias y el ambiente es muy tranquilo incluso en temporada alta. La ausencia de chiringuitos y duchas se ve compensada por la sensación de estar en un rincón secreto donde el tiempo se detiene.
A pesar de su tamaño reducido, esta playa ofrece espacio suficiente para que los perros puedan moverse, jugar y bañarse sin molestar a otros bañistas. Eso sí, es importante llevar agua, sombra y bolsas para recoger los excrementos, ya que al ser una cala más rústica, no dispone de infraestructuras.
3. Playa de la Rubina – Castelló d’Empúries
No se puede hablar de playas para perros sin mencionar a la Playa de la Rubina, reconocida por ser la primera en España que permitió oficialmente el acceso a mascotas. Este rincón natural entre Empuriabrava y Roses, también conocida como “Playa Salvaje”, mantiene intacto su paisaje de dunas y vegetación autóctona, alejado del turismo masivo y del urbanismo desmedido. Además de ser un paraíso natural, la playa está perfectamente señalizada: hay una zona delimitada donde los perros pueden estar sueltos, y se puede acceder durante todo el año. También es la única playa de la zona que permite practicar kitesurf con perros cerca, un detalle no menor para los amantes de los deportes acuáticos.
Normas básicas para un día de playa perfecto con tu perro
Antes de extender la toalla y sacar el bebedero portátil, ten en cuenta estas normas esenciales para disfrutar de la playa con tu perro de forma responsable:
- Consulta la normativa: no todas las playas permiten perros. Revisa los carteles en los accesos o infórmate en la web del ayuntamiento correspondiente.
- Respeta las zonas habilitadas: acude solo a las playas autorizadas para mascotas. Es la mejor forma de evitar sanciones y conflictos con otros bañistas.
- Recoge los excrementos: lleva bolsas y mantén la zona limpia. La higiene es clave para conservar estos espacios.
- Documentación al día: asegúrate de que tu perro esté vacunado, identificado con chip y censado en tu municipio. Es obligatorio y garantiza la seguridad de todos.
- Correa si es necesario: si tu perro no es especialmente sociable o puede reaccionar mal ante otros animales, mantenlo atado para evitar problemas.