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Su tranquilidad, su clima fresco en todo el año, la belleza imponente de sus montañas y la variedad de actividades que ofrece para conectar con la naturaleza hacen que Jarabacoa no necesite presentación: su oferta ecoturística ha madurado, a pesar del nulo o poco apoyo del Estado para promover el destino como parada obligatoria para los turistas internacionales.
La lentitud en la ejecución de las obras prioritarias -como la carretera que conecta con Constanza o su acueducto– la falta de aplicación de un plan de ordenamiento territorial y la falta de inclusión del destino en las estrategias de promoción así lo demuestran, concuerdan empresarios e inversionistas en este municipio.
Estos factores han contribuido a que en Jarabacoa todavía predominen los turistas locales, que suelen visitarlo durante sus fines de semana o días feriados, limitando una actividad – de cuyo dinamismo depende la economía de todo un municipio- a que transcurra con más frecuencia durante solo 12 días al mes, de acuerdo al Clúster Turístico de Jarabacoa.
Y es que las vacaciones siguen siendo el momento favorito del año para los dominicanos movilizarse, siendo la principal motivación del 46.2 % que, además, eligió al Cibao para viajar internamente en 30.7 %, de acuerdo a un sondeo reciente del Centro de Estudios Turísticos y Desarrollo Local (Cetdel).

«En la mayor parte del año y ahora en el verano, nosotros estamos recibiendo más dominicanos que viven en el exterior (…); son los dominicanos que vienen a pasarla bien aquí a las montañas, al campo, al río, pero todavía no tenemos el turismo que viene durante toda la semana que es el internacional», observó la presidenta del Clúster Turístico de Jarabacoa, Alba Yris Rodríguez.
En esa misma línea, el presidente del Consejo de Apoyo a Jarabacoa, José Tejeda, resalta que la seguridad ciudadana ha fomentado el clima de inversión y ha ayudado a que el turismo crezca.
No obstante, sigue haciendo falta que las autoridades apoyen planes que ayuden a darle al municipio el empujón que necesita para generar un mayor dinamismo económico.»Sin crítica, el Ministerio de Turismo parece que se ha olvidado de Jarabacoa, porque en este momento no está invirtiendo en nada (…)», remarcó.
En el 2023, el presidente Luis Abinader promulgó a La Vega como provincia ecoturística mediante el Decreto 47-23, con una asignación de 12 millones de pesos durante seis años para el desarrollo de obras prioritarias que incentiven el turismo en la zona.
Sin embargo, como ocurre con otras demarcaciones, se desconoce cómo estos fondos son administrados, o no se distribuyen como se espera por incumplimiento de las normativas de los consejos provinciales.
Desarrollo turístico
Rodríguez asegura que la pandemia provocó un «boom» en el desarrollo inmobiliario y de ofertas de alojamiento de renta corta, atrayendo las inversiones de desarrolladores dominicanos y extranjeros que ya tenían negocios en destinos turísticos ya consolidados, como La Romana y Punta Cana.
Jarabacoa ya cuenta con más de 1,000 propiedades que ofrecen habitaciones en villas campestres y hoteles.
Esta oferta es complementada con restaurantes que sacan provecho de su ubicación estratégica, además de ser un lugar propicio para actividades acuáticas -como el rafting profesional- y al aire libre como el senderismo, el parapente y los recorridos en boogies y vehículos 4×4.

«Tenemos mucha diversidad que ofrecerle al turista, al veraneante que puede interesarle a Jarabacoa, pero requiere de que el turismo haga inversiones, cree proyectos, dé propuestas (…) para que Jarabacoa continúe con el avance», observó.
Necesidades clave
El crecimiento acelerado del turismo también puso en evidencia lo que hacía falta. «En ese momento, nosotros detectamos que la infraestructura de Jarabacoa era muy ineficiente para lo que estaba pasando», subrayó la presidenta del Clúster Turístico.
La terminación de la carretera que conecta a los municipios que conectan a Jarabacoa con Constanza y la culminación de un acueducto que lleve agua potable son las dos necesidades que más urgen en la comunidad, coincidieron Rodríguez y Tejeda.
A esto también se añaden otras limitantes que deben resolverse para incentivar aún más el turismo, como la regulación de la contaminación sónica en áreas residenciales o turísticas y la falta de señalización vial, turística y medioambiental en los principales atractivos naturales del municipio –como el sendero del Mogote, el parque Ébano verde, el Parque Nacional Armando Bermúdez, entre otros.
Acueducto y carretera: los más urgentes
La construcción de cuatro carriles para ampliar la carretera principal que une a Jarabacoa con Constanza es una obra cuya terminación avanza a cuentagotas. Aunque sus avances fueron anunciados por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones–que anunció una inversión superior a los 500 millones de pesos para los trabajos–, todavía sigue sin culminarse.
Si bien aún no ha generado estragos al turismo, sí es cierto que la gente «se lo piensa» para ir a Jarabacoa, señaló Rodríguez.
Y si va, detenerse a comprar arepas–un plato típico de la zona– es aún más difícil.
«Eso ha afectado mucho las ventas» asegura Yubelkis Capellán, una comerciante que ha visto mermar el flujo de clientes en los últimos cuatro meses, aunque hay vendedores, como Domingo Suárez, que aseguran que esta tendencia se viene dando desde hace un año.


Las dificultades para estacionarse por el estado de la carretera se agravan con el flujo constante de vehículos pesados que intervienen allí. «A diario, a Jarabacoa, entran unos 60 camiones trabajando materiales para la construcción, lo que hace que el tráfico se ponga un poco denso», reconoció Erick Durán.
En lo que respecta al acueducto, el presidente de Coaja, José Tejeda, celebró que finalmente el Gobierno inicie, hace un mes, los trabajos para la construcción de una toma de agua y la rehabilitación de la planta de tratamiento.
En las áreas rurales predomina el abastecimiento del agua a través de pozos tubulares, lo que a la larga provoca un impacto medioambiental más grande por el uso indiscriminado de las aguas subterráneas.

«Hay un pequeño acueducto, pero si llueve no hay agua. Cierran el paso del agua automáticamente a las viviendas, porque se toma del río, y el agua ya viene turbia, ya viene sucia, y se para el suministro del agua, del poquito que hay», indicó Rodríguez.
La obra, que contará con una inversión de 1,700 millones de pesos podría estar lista a finales del 2026, estima Darwin Medos, ingeniero encargado de la obra.
El Coaja trabaja en una propuesta que entregará al Ministerio de Turismo para incentivar aún más el turismo en este municipio.
Entre las iniciativas, está el mantenimiento de las áreas verdes y el reacondicionamiento del parque La Confluencia para incentivar el comercio en la zona, la inclusión del parque de golf de Jarabacoa en los planes de promoción turística y la construcción de un estacionamiento en el centro de la ciudad para descongestionar el tránsito y facilitar el acceso a turistas y locales, entre otros proyectos.