Un nuevo tiroteo ha vuelto a sorprender a los vecinos del barrio sevillano de las Tres Mil Viviendas, un mes después de que otro intercambio de disparos concentrara la atención nacional, tras viralizarse en redes sociales. En este caso no se han utilizado armas de guerra, pero sí que ha habido un herido de bala, que no reviste especial gravedad, según han confirmado fuentes policiales.
Una venganza familiar podría haber sido la causa que originó el tiroteo, según indican fuentes de la investigación. Los hechos ocurrieron sobre las 22.30 de este lunes, cuando un vecino llamó al 112 alertando de que había escuchado disparos de bala en la Avenida de la Paz, a donde se desplazaron agentes de la Policía Nacional. La investigación permanece abierta y no se descartan futuras detenciones.
El altercado se produjo en una zona próxima al Parque de Bomberos, que está ubicado en la barriada Martínez Montañés, una de las más peligrosas de las Tres Mil Viviendas y una de las zonas en las que se concentraron las batidas de la policía en las Tres Mil Viviendas tras el tiroteo del pasado 12 de octubre, si bien, estos casos no están relacionados. De acuerdo con algunos testigos, dos personas dispararon desde un vehículo a la víctima, que pudo trasladarse por su propio pie al Hospital Virgen del Rocío.
Desde que las ráfagas disparadas en la noche del 12 de octubre, en las que se empleó munición compatible con un arma de guerra, se hicieran virales, la barriada de las Tres Mil Viviendas está inmersa en una intensa vigilancia policial. Hasta tres macrorredadas se sucedieron a lo largo de las semanas posteriores al tiroteo en respuesta a las críticas por la falta de seguridad en la zona y la sensación de impunidad de los clanes dedicados al narcotráfico. En esas batidas, en las que se desplegaron hasta medio millar agentes de la Policía Nacional, se detuvieron a 11 personas -cinco de las cuales han ingresado en prisión-, se desmantelaron más de una decena de plantaciones de marihuana, y se incautó números armamento y sustancias estupefacientes.
Aunque en un primer momento se apuntó a que la causa de esos disparos estaba relacionada con un vuelco de droga, los investigadores nunca confirmaron esa hipótesis y varias fuentes conocedoras de lo que pasó, aseguran que el tiroteo tenía la intención de amedrentar a un vecino que se había encarado previamente con otro por asuntos familiares. También una reyerta entre familias parece estar detrás de la agresión de la pasada noche. Los celos y las venganzas entre clanes motivadas por asuntos personales, al margen de las drogas, están detrás de algunos de los tiroteos en las barriadas más marginales de Sevilla. El último, en el que además de armas de fuego se emplearon armas blancas, ocurrió en las Tres Mil viviendas en junio de este año. Entonces, dos personas fallecieron debido a un enfrentamiento familiar motivado por problemas de pareja.