Compromís, el partido valencianista que formaba parte de la coalición de Sumar se rompe en dos. Una diputada, Águeda Micó, adscrita al partido Mès, saldrá del grupo parlamentario de Yolanda Díaz tras una votación interna y se incorporará al grupo mixto. El otro representante, Alberto Ibáñez, del segmento heredero de Izquierda Unida y más cercano a la corriente poscomunista, seguirá en cambio en el grupo de Sumar. La ruptura de una diputada de Compromís deja a Díaz con un diputado menos, hasta un total de 26 diputados. Y genera problemas también al Gobierno, puesto que Micó sale de Sumar tras las polémicas sobre corrupción y la decisión del Ejecutivo de impedir que Pedro Sánchez declare en la comisión de la Dana en el Congreso.
Micó abandonará el grupo de Sumar en la Cámara Baja después de que la militancia del partido mayoritario de la agrupación valencianista -Mès Compromís- haya votado a favor de salir del grupo parlamentario que dirige Yolanda Díaz y pasar al grupo Mixto. El Consell Nacional de Més, el partido mayoritario de Compromís, ha aprobado con un 92,68% de los votos abandonar el grupo parlamentario de Sumar en el Congreso (190 miembros de los 205 que conforman el Consell Nacional de Mes) y adscribir su acción política al Grupo Mixto. Fuentes de Compromís confirman a THE OBJECTIVE que la decisión de Micó está tomada, aunque desde Sumar insisten en que existen márgenes de negociación.
La decisión genera otra fractura en Sumar después de la escisión de Podemos de hace un año, cuando el grupo de Díaz ya perdió cinco diputados (que después se convirtieron en cuatro). Micó entrará a formar parte del grupo mixto donde están los cuatro representantes de Podemos, además del diputado del BNG y el exsocialista José Luís Ábalos. Aun así, la diputada escisionista de Més sostiene que continuará «buscando una respuesta conjunta con los socios de la coalición» valencianista.
La situación se ha convertido en caótica en Compromís. Hasta hace unos días, desde Sumar mostraban su optimismo ante el acuerdo con los valencianistas. Las fuentes consultadas sostienen que Sumar había aceptado «todas» las exigencias de Compromís, pero aun así los nacionalistas de Compromís han decidido romper la baraja. La sensación de irritación entre los socios de Compromís es palpable, así como la de ruptura interna después de esa decisión, que tanto en Sumar como entre los aliados de Compromís muchos califican como una posición «oportunista» para ganar visibilidad.
Carta a la militancia
En una carta dirigida a la militancia, la secretaria general de Més, Amparo Piquer, defiende que los resultados de esta consulta muestran «un posicionamiento de fondo» que debe marcar su hoja de ruta durante los próximos meses en el Congreso, centrada en tres líneas de trabajo: la lucha contra la corrupción, «venga de donde venga y caiga quien caiga», señalar a Mazón por la Dana y también obligar al presidente del Gobierno a comparecer en la comisión del Congreso. Sumar había intentado negociar con Compromís que Sánchez finalmente acudiera a la comisión, pero después de Mazón. Y prometió a los valencianistas interlocución directa con el Ejecutivo, tal y como adelantó este diario. Pero todo ha resultado inútil.
La líder de Més, además, quiere que convoque la ejecutiva de Compromís para alcanzar una posición «conjunta». «Tenemos claro, por encima de todo, que Compromís es mucho más que una opción electoral, es un proyecto común que representa la esperanza de centenares de miles de valencianos y valencianas. Y así lo seguirá siendo», subraya. Aunque desde el otro frente de Sumar, el que sigue fiel a Díaz, arremeten contra sus socios nacionalistas.
En otro comunicado, el diputado Alberto Ibáñez que en en cambio seguirá con Sumar, puesto que mantiene el «compromiso del 23-J». «La última ejecutiva de Iniciativa-Compromís, pata ecosocialista de la coalición Compromís, por unanimidad, mandató a su diputado en el Congreso, Alberto Ibáñez, a seguir trabajando por una agenda progresista, verde y valencianista», recoge el documento trasladado por el equipo de Ibáñez.
Ibáñez insta su partido a «aprovechar lo que reste de legislatura para acelerar las medidas dirigidas para la mayoría social. Una legislatura que para que continúe, y siempre que no descubramos nada peor, el PSOE debe recuperar la confianza de los socios de investidura asumiendo responsabilidades e implementado medidas que garanticen la no-repetición y recuperación del dinero robado».