El nacimiento de un hijo es uno de los momentos más recordados en la vida de una familia. Aunque se trata de una experiencia desafiante, también es una de las más emocionantes y emotivas. Por ello, hay madres y padres que desean quedarse con un recuerdo material de este momento.
Algunas familias deciden conservar la placenta del bebé como un recuerdo emocional del nacimiento de su hijo. Y es que hay centros que ofrecen la posibilidad de calcar este órgano en una lámina que se puede guardar después como un cuadro.
Sin embargo, este proceso puede variar entre países. Una mujer española embarazada ha contado su experiencia en Reino Unido, muy diferente a la realidad que hay en España. «Me explota la cabeza con esto en Reino Unido», ha señalado Beatriz en un vídeo publicado en TikTok.
«Resulta que voy a la matrona, hacemos un plan de parto y me pregunta si voy a querer guardar la placenta», explica. Beatriz no dudó en responder afirmativamente: «Me hace mucha ilusión calcarla y que quede enmarcada».
Conservar la placenta en Reino Unido
En el hospital de Londres, ciudad en la que vive Beatriz, le explicaron el sorprendente proceso que tenía que seguir para conservar la placenta: «Me dice que me la pueden guardar 24 horas en una nevera y, dentro de esas 24 horas, me la tengo que llevar a casa y calcármela yo».
Beatriz se quedó atónita ante el hecho de tener que llevarse la placenta a casa por diferentes razones. «Dentro de esas 24 horas yo todavía sigo en el hospital y el padre está conmigo y tendrá que hacerme el favor algún abuelo o amiga que tenga en Reino Unido».
En caso de conseguir que alguna persona de confianza realice el proceso de calcar la placenta para conservarla en un cuadro, surge un segundo inconveniente, explica Beatriz: «¿Qué hago después con la placenta? ¿La tiro a la basura?».
«Esto es un choque cultural en toda regla», asegura Beatriz. Y es que, tal y como explica, «en España no te dan la placenta» y realizan todo el proceso en el propio hospital.
No obstante, Beatriz habla de otro problema que puede surgir al tener que llevarte la placenta a casa. «Hay que tener en cuenta que vivimos en Londres y que aquí la basura no pasa cada día, como en España, sino, con suerte, dos veces por semana», señala.
De esta forma, reflexiona, dependiendo del día en el que tire la placenta a la basura puede conllevar otro importante problema. «Si tiene que estar en los cubos tres o cuatro días, eso tiene que oler…».