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El pasado 12 de febrero la Universidad Autónoma de Barcelona comenzaba las clases del segundo semestre. Aquel día la Organización Juvenil Socialista, que son una parte de las juventudes de la CUP, daba la bienvenida a Silvia Carrasco, profesora de Antropología Social, con pintadas de «alerta tránsfoba» por toda la facultad. Una práctica que se repetía al día siguiente, pero esta vez al lado de la puerta donde la docente imparte clases. El acoso se extendía en las jornadas consecutivas a las redes sociales, desde donde este sindicato se refiere a ella como «tránsfoba» y «reaccionaria», entre otras lindezas, y se llega a pedir incluso su «expulsión inmediata» de la alma mater.
La docente, una feminista crítica con los postulados transgeneristas, ha terminado denunciando a estos alumnos ante los Mossos y en el Juzgado de Instrucción número 1 de Sabadell. En la denuncia, a la que ha tenido acceso íntegramente THE OBJECTIVE, se señalan hechos constitutivos de delito, tales como «señalamiento y difamación»; «poner en riesgo mi integridad física en el trabajo, convocando a manifestarse contra la transfobia que yo, al parecer, encargo», «coartar mi libertad de opinión y expresión» y «atentar contra mi libertad de cátedra».
Pero Carrasco también se muestra decepcionada con la respuesta de la universidad, ya que, a su juicio, «el silencio y la desprotección de las máximas autoridades académicas y políticas ante la proliferación del totalitarismo en la academia les convierte, una vez más, en cómplices del daño que se me inflige».
Sin apoyo del rector
El pasado 16 de febrero, en la Comisión Ejecutiva de la que Silvia Carrasco forma parte, se acuerda enviar un comunicado a los miembros del Departamento de Antropología, así como a sus alumnos, recalcando que «las acciones que intenten intimidar o boicotear al personal docente e investigador no tienen cabida en una institución académica democrática». El escrito, remitido el 19 de febrero, también recuerda que «la pluralidad de opiniones y orientaciones teóricas son imprescindibles para el debate y para avanzar en la producción de conocimiento antropológico, y que eso comienza por el respeto en el aula».
Pero el acoso continuó en los días posteriores al comunicado, azuzándose en redes sociales, donde la Organización Juvenil Socialista publicó un vídeo exigiendo «el control socialista del contenido que se imparte» en las aulas. Esto motivó que la profesora pidiera amparo al rector, Javier Lafuente, que se limitó a contestar que suscribía el contenido del comunicado emitido por el departamento el 19 de febrero.
«Esto es insuficiente porque no se trata de que una profesora pueda impartir una clase con medidas de seguridad, sino que la UAB declare públicamente que protege los derechos de libertad de opinión y expresión, y de libertad de cátedra, y que no va a tolerar actitudes intimidatorias y totalitarias», denuncia Carrasco.
Respaldo feminista
Silvia Carrasco, doctora en Antropología Social y presidenta de Feministas de Catalunya, ha obtenido el respaldo de varias organizaciones feministas, tales como FeMeS o Docentes Feministas por la Coeducación (DOFEMCO), que se encuentra recogiendo firmas para exigir que el rector de la UAB se pronuncie contra «el acoso que está sufriendo en su universidad por parte de grupos que recurren a la calumnia, la difamación y a la intimidación, y que incluso exigen su expulsión junto con todos los miembros de su departamento, actuando de forma inquisitorial y totalitaria». La docente agradece el apoyo recibido, pero subraya que su trabajo no peligra, ya que es «funcionaria pública», y llama la atención sobre «las decenas de profesoras que se encuentran en situación precaria, por el acoso o la autocensura».
Carrasco ya ha sido víctima del acoso transgenerista en otras ocasiones. De hecho, el año pasado no pudo presentar el libro La coeducación secuestrada, de la que es coautora, en el Centro de la palabra y las letras de Badalona por la presión de los colectivos LGTB Tornem-hi! y Qaliu, Esquerra Republicana (ERC), Guanyem Badalona en Comú (la marca municipal de Podemos) y la CUP. Estos pidieron la cancelación del acto con el pretexto de impedir la difusión de «ideas transfóbicas».
Acoso en las aulas
Una práctica cada vez más extendida y que ya sufrió también la psicóloga Carola López Moya, autora del libro La secta, que tampoco pudo presentar su obra por presiones del colectivo trans a través de redes sociales. Pero las afectadas creen que se produce un salto cualitativo cuando este acoso llega a las aulas universitarias.
En este sentido, tanto la Universidad Autónoma de Barcelona como la Complutense de Madrid se han convertido en nidos de acoso trans. La Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de esta última amaneció en octubre de 2022 con pintadas amenazantes contra los profesores Pablo de Lora y José Errasti, críticos con la ley trans de Irene Montero: «Profesores tránsfobos, tenéis un regalito bajo el coche».