Este mes de noviembre se cumplirán cuarenta años del primer artículo que José Joaquín León (Cádiz, 1995) dedicó a las hermandades sevillanas en la edición local de ABC. Ese particular balcón de papel con el que se asomaba cada día a ‘La Campana’ guarda entre tinta y borrones un amplio archivo de reflexiones sobre la Semana Santa de su ciudad de adopción, de una fe que se fortaleció en su devoción a la Soledad de San Lorenzo, San Isidoro y El Silencio y que ahora, «cuando pensaba que se me había pasado el arroz», tendrá la oportunidad de pregonar sobre el atril del teatro de la Maestranza el próximo Domingo de Pasión. «No me atrevo a decir cómo será pregón, pero me conozco y sé que lo voy a escribir tres o cuatro veces», confesó.
Fueron sus primeras palabras minutos después de que la Junta Superior del Consejo de Hermandades de Sevilla lo eligiera para glosar a las cofradías en 2025. Con su nombramiento, el presidente Francisco Vélez reconoció haber optado por «alguien de la casa» (es actualmente uno de los delegados de las Sacramentales) y por un periodista «de raza». Unas cariñosas palabras que agradeció León, asegurando que «supone un reconocimiento expreso a esos 40 años que yo le he dedicado a la Semana Santa de Sevilla». Lo asume como un «reto» y «una responsabilidad», sintiéndose un «veterano» que tiene una idea «muy clara» sobre cómo será el texto. A pesar de ello, confesó que no ha escrito «ni una sola línea» a estas alturas, porque «uno no puede empezar hasta que no se siente pregonero», advirtió.
El pregonero, que formó parte de la redacción de ABC de Sevilla entre 1978 y 1998, ocupando entre otros cargos el de subdirector, señaló la importancia de tener «un estilo propio», pues «si alguien se quiere convertir ahora en una especie de Bécquer escribiendo poemas, ni le va a salir bien ni va a estar a la altura». Prefiere no mirarse en el espejo de ninguno de sus antecesores, pero como «apasionado de la literatura» que se confiesa, tiene como referente a Joaquín Romero Murube, Chaves Nogales, Núñez Herrera, Montesinos, Juan Sierra, Rafael Laffón, Carlos Colón, Joaquín Caro Romero o Antonio Burgos, al que considera su «maestro». Ellos son los que han dejado un poso en su sapiencia para escribir un pregón que «te tiene que hacer vibrar».
Como periodista que es será un texto en el que habrá actualidad, ya que «la Semana Santa de 2025 no es la de hace cincuenta años». Aunque sí hizo una defensa de la historia, afirmando que «si hemos llegado hasta aquí es por una trayectoria de siglos que no se puede desvirtuar». Tampoco pretende hacerlo con la puesta en escena, pues no es partidario de «hacer cosas raras o extrañas», en referencia, por ejemplo, «a imágenes audiovisuales que sí distorsionan un poco el rito». Asegura que lo importante es «el contenido» que debe hacer «sentir, reflexionar, disfrutar y salir contento sin pensar que se ha perdido el tiempo», pero también con una hondura y un mensaje de lo que significan las cofradías como «oportunidad de evangelizar».
No más de una hora y cuarto
León no rehusó en sus primeras preguntas la posibilidad de pronunciarse sobre las cuestiones típicas que rodean a la elección de un pregonero. Habló del tiempo, recordando que ha sido «crítico» con los pregones «demasiado largos». A su entender, la medida ideal está «entre una hora y hora y cuarto» y anunció que nombrará a todas las hermandades, porque «no es el pregón de media Semana Santa». En cuanto a la marcha que sonará ese día en el teatro de la Maestranza, confirmó que no va a encargar ninguna pieza de estreno a un compositor, ya que «no es esa la responsabilidad que tiene un pregonero». Será, aunque no dio el nombre, un sonido «clásico» y bromeó con que «todo el mundo piensa que va a ser una, pero no lo será».
Finalmente, quiso tener unas palabras de agradecimiento al Consejo, al que espera «no defraudar» y también para su antecesor en el atril, el periodista Juan Miguel Vega, que fue «uno de los primeros que me han llamado por teléfono». Las palabras más emotivas fueron para su familia y, en especial, para su mujer. «Les doy las gracias por las horas que ya no recuperamos y que he dedicado a las hermandades», dijo emocionado. Ellos, como todo lo aprendido por esta gaditano de San Lorenzo en la ciudad que le abrió los brazos, marcarán el pulso de una Sevilla que en 2025 tendrá que esperar al 6 de abril para el gozo literario de su Semana Santa.