La actividad parlamentaria vasca toca a su fin. El 21 de abril toma fuerza como fecha electoral en el PaÃs Vasco. El lehendakari, Iñigo Urkullu, no ha pulsado aún el botón que activa la cuenta atrás hasta el dÃa de las elecciones autonómicas. Guarda con celo sus planes, pero ya se observan señales que van en esa dirección. La sesión de control al Gobierno de este viernes en Vitoria ha tenido aires de despedida. Ha podido ser la última vez que Urkulllu tomaba la palabra en esta Cámara tras tres años de mandato. Y aprovechó para sacar pecho de su gestión, del alto grado de consenso con el que se han aprobado las últimas leyes durante el tramo final de la legislatura y no ha esquivado el cara a cara con EH Bildu, el primer partido de la oposición: âUstedes defienden siempre solo aquello que les conviene y reparten los carnés de con quién se puede o no gobernar, como antes apoyaban una estrategia de violencia que dictaba quién sobraba y quién noâ, ha reprochado a la parlamentaria de la izquierda abertzale Nerea Kortajarena.
El mandatario vasco tiene hasta el dÃa 26 de febrero para disolver el Parlamento autónomo y convocar las elecciones el 21 de abril. Urkullu se resiste a confirmar que ese dÃa serán las elecciones vascas. Los grupos de la oposición han dado hoy por hecho que asà será. âEs el ocaso de la legislatura y de su presidenciaâ, ha afirmado el presidente del PP vasco PP, Carlos Iturgaiz. âIgual es el último plenoâ, ha soltado Kortajarena. âLe deseo lo mejorâ en su nueva etapa, le ha deseado la popular Laura Garrido. Urkullu no será el candidato del PNV tras ganar las tres últimas elecciones vascas. Esa responsabilidad recaerá en Imanol Pradales. No ha sido un adiós oficial, pero en la tribuna de invitados del Parlamento se encontraban hoy la esposa de Urkullu y la del consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, algo que no ha sido habitual en los últimos años.
El lehendakari ha aprovechado para sacar pecho de su gestión y del alto grado de consenso con el que se han aprobado las últimas leyes durante el tramo final de la legislatura. Ha recordado que dejará su cargo con una tasa de paro del 6,3%, una renta per cápita que supera los 35.000 euros y un nivel de vida a la altura de paÃses como Canadá, Nueva Zelanda o Bélgica. También, ha destacado que la tasa de abandono escolar se sitúa âen mÃnimos históricosâ y que el año pasado se superaron los nueve millones de pernoctaciones de turistas. Como descargo de su labor, ha echado mano del último sociómetro vasco, que revela que el 73% de la ciudadanÃa âmuestra su confianza en el Gobierno vascoâ y sitúa a la sociedad vasca como âla que más confianza muestra en el gobierno de su paÃs en toda Europaâ.
No ha eludido la discusión polÃtica y ha sido muy crÃtico con EH Bildu, partido al que ha reprochado su forma de hacer polÃtica: âMáxima exigencia para los demás y mÃnima para ustedesâ. âNo tienen capacidad para crear marcos de confianza, alcanzar alianzas y formar un programa de gobierno para todosâ, les ha recriminado. Y se ha referido al âmodeloâ Bildu: âSigue siendo asambleario y revolucionario, entre comillas, porque siempre mandan los mismos, toman las decisiones los mismos, se adoptan las decisiones a la búlgara, y se deja al margen a quien se oponeâ. âNo aceptan la pluralidad de nuestro paÃs, la representación institucional y las reglas de juego de la democracia, si no responden a sus interesesâ, les ha acusado.
Urkullu ha pedido âclaridadâ a EH Bildu en sus planteamientos: âEstoy confundido. Esta semana, su candidato [Pello Otxandiano] ha realizado una valoración casi idéntica en euskera y en castellano, casi palabra por palabra. Sin embargo, he apreciado un matiz cuando ha definido el proyecto de EH Bildu en euskera como independentista, pero en castellano, no. ¿Con cuál nos quedamos?â.
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El lehendakari ha cargado contra EH Bildu por negarle su apoyo al Gobierno vasco y, en cambio, ha dado sus votos el Gobierno de Sánchez sin ganar las elecciones, o apoyar en Cataluña y en Navarra a partidos que no son la primera fuerza, o gobernar en Pamplona siendo segunda fuerza polÃtica. âEn Euskadi no han apoyado al Gobierno del partido que sà ganó las eleccionesâ por tercera vez consecutiva en los años 2012, 2016 y 2020, ha señalado el presidente vasco. La izquierda abertzale, sin embargo, ha dado sus votos a las leyes que el Ejecutivo del PNV y PSE-EE este año. Este pasado jueves se aprobaron en el Parlamento las leyes de Infancia y Adolescencia, de Cooperación y Solidaridad y la conocida como ley trans y todas estas obtuvieron el respaldo de los independentistas.
La carrera electoral está a punto de arrancar en Euskadi con dos partidos muy igualados en los pronósticos. El último sondeo sobre intención de voto elaborado por el Ejecutivo vasco, conocido hace siete dÃas, prevé una fuerte subida de escaños de EH Bildu, que empatarÃa a 27 parlamentarios con el PNV, con lo que el PSE-EE (con 11 representantes) se convertirÃa en la llave de la gobernabilidad en esta comunidad autónoma.
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