Aunque la genética y algunos trastornos causan obesidad, la mayoría de los casos en niños y adolescentes son consecuencia de la falta de actividad física y de consumir más calorías de las que se necesitan para el nivel de actividad.
Desde hace algunos años, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) decretó a la obesidad como una epidemia mundial y exhortó a los gobiernos a tomar medidas para prevenir esta situación que repercute a futuro en otros problemas de salud.
«Los niveles de sobrepeso y obesidad entre los niños también están aumentando, afectando al 33,6% de los niños, niñas y adolescentes de 5 a 19 años en las Américas. Esto se debe principalmente a los bajos niveles de lactancia materna y a dietas deficientes en frutas y verduras y ricas en alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas», asegura la OPS en su página web.
En el caso de República Dominicana, los últimos estudios realizados por el Ministerio de Educación indican que casi el 10 % de los niños en etapa de escolaridad básica alcanzaban el grado de obesidad.
Esta información fue compartida por la endocrinóloga pediatra Rosario Almánzar al concluir este sábado su ponencia «Terapia médica de la obesidad infanto juvenil» dentro del marco de la primera Jornada Científica Endocrinología Pediátrica 2024.
«Todavía nos falta información sobre los niños más grandes, pero ya estamos viendo como hay un aumento, sobre todo adolescentes y preadolescentes ya con obesidad, y con esto, todos los factores de riesgo que se van sumando como diabetes, prediabetes, hipertensión, niveles de colesterol y triglicéridos altos, que van a ir dañando poco a poco sus funciones cardiovasculares y, a veces, renales», apuntó la especialista.
De su lado, Elbi Morla, Premio Nacional de Medicina de la República Dominicana 2021 y miembro de la Sociedad Dominicana de Endocrinología Pediátrica, indicó que «la obesidad es un problema de salud y los padres junto al equipo de salud deben trabajar, primero para evitar que el niño se haga obeso, y para modificar los hábitos para disminuir las morbilidades».
«A veces están también obesos los padres. Es un problema donde hay que involucrar a la familia», agregó.
«Es un cambio en la forma de comer. No es solamente el niño que se va a someter, sino que todos vamos a aprender», intervino Almánzar, recalcando que la primera parte del tratamiento consiste en incorporar actividad física y modificación de la dieta.
Asimismo, dijo que algunos fármacos disponibles que pueden ser utilizados, siempre y cuando los pacientes tengan la edad y califiquen con la descripción, de acuerdo con las guías médicas.
Liraglutida en adolescentes
La doctora Almánzar explicó que desde el año 2020 se aprobó el uso de liraglutida en pacientes a partir de los 12 años de edad.
La liraglutida es un agonista del receptor del péptido de tipo 1 similar al glucagón (GLP-1) aprobada para el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2 (DM2), que además de su acción normoglucemiante induce mejorías significativas en el peso corporal y sobre diversos factores de riesgo cardiovascular.
La GLP-1 es una hormona que se secreta en el intestino delgado en respuesta a la ingesta de alimentos. El medicamento es inyectable y actúa en el páncreas, estimulando la secreción de insulina e inhibiendo la liberación de glucagón, por lo que disminuye los niveles de azúcar en la sangre.
La liraglutida tiene un efecto inhibidor del apetito, y la sensación de saciedad dura alrededor de 24 horas y por eso se debe inyectar a diario, idealmente a la misma hora.
Las marcas comerciales Saxenda y Victoza son las más populares.
Almánzar fue insistente al decir que se debe analizar muy bien el perfil del paciente antes de someterlo a este tipo de tratamiento farmacológico.
Advirtió que, si el adolescente obeso no tolera un aumento de la dosis en un espacio de dos semanas consecutivas, lo ideal es interrumpir el tratamiento.
De igual modo, si en 12 semanas utilizando una dosis de 3 miligramos al día de liraglutida, el paciente no ha perdido 5 % de su peso corporal, también es recomendable interrumpir el tratamiento.
La galena aseguró que es un trabajo con enfoque multidisciplinario, ya que hay que evaluar el comportamiento del paciente y percatarse de si hay expresiones de depresión, bulimia o anorexia.
Al ser consultada sobre un posible efecto rebote luego de alcanzar la meta de peso fijada en el paciente, Almánzar acotó que cuando un paciente llega a ese punto, ya ha habido una amplia concienciación en el hogar y el paciente y sus familiares han sido educados para llevar una dieta sana, acompañada de actividades físicas, como parte de una nueva rutina más saludable.
Sobre el Simposio
La primera Jornada Científica de Endocrinología Pediátrica se realizó de manera simultánea junto al Simposio Internacional de Endocrinología e Innovación Sodenn 2024, con el objetivo de mantener la actualización continuada de sus miembros al presentar temas de innovación en el abordaje de las patologías endocrinas y metabólicas.
Fue dedicado a las doctoras Tharsis Hernández y Mercedes Melo, respectivamente, por sus importantes aportes a la historia de la medicina nacional, así como al avance de la endocrinología y la nutrición en el país.
Las actividades en el marco de la celebración del 50 aniversario de la Sociedad Dominicana de Endocrinologia y Nutrición (Sodenn), presidida por Sherezade Hasbun, contaron con un amplio programa científico que abarcó innovación en dislipidemias y riesgo cardiovascular, avances en el manejo de complicaciones diabéticas y la obesidad, pubertad y sus desafíos, así como la diabetes infantil, entre otros.
El ministro de Salud Pública, Víctor Atallah, en representación del presidente de la República, Luis Abinader, condecoró con Orden Heráldica de Cristóbal Colón en el Grado de Caballero, a los destacados científicos Jaime Davison y Carlos Aguilar Salinas, por sus grandes aportes a la medicina a nivel mundial.