El llamado público que hicieran los partidos de la oposición congregados en la alianza Rescate RD, para que le fueran entregados los recursos correspondientes, establecidos en la Ley de Régimen Electoral se convirtió en tema de discusión una y otra vez.
Esta petición, que según los líderes políticos, correspondía a la ausencia de respuesta del Gobierno ante el desembolso, fue uno de los lamentos que expusieron los representantes de las fuerzas políticas opositoras ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), donde fue una delegación especial.
Por muchos días sólo se escuchaba un solo grito : “estamos compitiendo en desventaja, no nos han entregado los recursos”, sostuvo Danilo Díaz, delegado del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) ante la Junta Central Electoral (JCE).
La pasada semana, los recursos llegaron, pero la pregunta que todos se hacen es ¿para qué usan los partidos el dinero que le entrega el Estado como subvención?
En 1997, la ley 275-97 estableció por primera vez el financiamiento público directo a los partidos políticos en el país.
Tras 27 años después es propicio preguntarnos ¿ha valido la pena el financiamiento por parte del Estado a los partidos políticos?
La intención original de esta subvención, además de ayudar en el sostenimiento del sistema de partidos fue siempre fortalecer la democracia dominicana, sin embargo, a lo largo de más de dos décadas de financiamiento, es hora de pasar balance.
Hoy que hablamos de transparencia y se impone como parte de una narrativa que el pueblo ha asumido, es oportuno que hagamos una mirada profunda a este desembolso que en el país, ha servido para sostener partidos y líderes, y para hacer negocios que no necesariamente tienen que ver con el quehacer político.
Javier Milei como presidente de Argentina elevó la sentencia pública de que “eliminaremos el financiamiento público de los partidos políticos”. Cada partido tendrá que financiarse con aporte voluntario de donantes o afiliados propios”. ¿Estaremos listos en RD para ello?
Está claro que en nada ha servido poner en manos de los líderes políticos cuantiosas sumas de dinero con el objetivo de alejar las manos oscuras, que han permeado por los siglos de los siglos la política dominicana.
Ejemplos hay de sobra en todos los partidos y colores. Por más dinero que han recibido, el narcotráfico y otros negocios han sostenido a más de un candidato, demostrando cada cuatro años que seguimos remando en la misma dirección..