Entre fuertes medidas de seguridad, el Clan de los Silva se había convertido en la referencia de la venta de droga de Puente de Vallecas (Madrid). Todo el mundo sabía lo que pasaba en sus cuatro viviendas, incluida la Policía Nacional y Municipal de Madrid, que han desmantelado la «narcofamilia» y detenido a sus doce integrantes.
En noviembre de 2024, y a partir de numerosas denuncias ciudadanas, los investigadores constataron la existencia de una familia que operaba desde cuatro pisos muy cercanos a colegios y parques del distrito, en zonas frecuentadas por niños y familias.
Después de varios meses de vigilancias e intervenciones de droga, la Policía Nacional ha logrado destapar un entramado formado por padres, hijos, tíos y cuñados, once de ellos de una misma familia, que adecuaban el formato de las transacciones en función de las necesidades de cada momento.
De esta forma, lanzaban los envoltorios de droga por la ventana, se subían a los vehículos de los consumidores para realizar la venta, e incluso vendían en en algunos bares del barrio, además de parques y zonas frecuentadas por niños. Lo hacían siempre en actitud vigilante, casi paranoica, mirando a todos lados para cerciorarse de que no hubiera presencia policial ni riesgos externos.
Lo que no sabían es que los investigadores estaban a su lado durante varios meses, pendientes de cada movimiento, recabando pruebas y planificando su caída, que se produjo el pasado lunes. Las casas, que contaban con puertas blindadas y rejas de seguridad, hacían las veces de punto de venta de droga y guardería, es decir, los lugares seguros donde almacenar el grueso de la sustancia antes de ser dosificada y lista para la venta en menudeo.
Ese mismo lunes, ocho meses después de la primera pista, un dispositivo formado por ambos cuerpos procedió a la entrada y registro de los cuatro pisos. En ellos lograron detener al clan familiar, formado por siete hombres y cinco mujeres, que habían hecho de la distribución de droga su forma de vida.
Allí, los investigadores intervinieron más de 50.000 euros en efectivo, 290 gramos de cocaína, útiles para el narcotráfico, un arma de fuego y cuatro simuladas, además de navajas, relojes, móviles y joyas.
Los integrantes de la «narcofamilia» pasaron a disposición judicial como presuntos responsables de delitos contra la salud pública, pertenencia a organización criminal y receptación, ya que en el interior de los domicilios también se descubrió que guardaban objetos robados.
Además, algunos de ellos ya tenían antecedentes por delitos de tráfico de drogas, ocupación de inmuebles, daños, y contra la salud pública.