Asciendo dando pequeos pasos, apoyada en los bastones de trekking. Mi corazn se acelera. Un vistazo al pulsmetro para certificarlo, aunque no hara falta: noto los latidos golpeando en mi pecho cada vez ms deprisa. Uff! Cada zancada cuesta ms coger aire y que llegue a los pulmones. Levanto la mirada del suelo: quedan 50 m. a la cima. Los ms exigentes. Unos pasos ms y alcanzo el vrtice geodsico que marca los 2.428 m. del pico Pealara. La panormica 360 grados de la Sierra de Guadarrama es espectacular. Inspiro fuerte, cogiendo una bocanada de aire puro de montaa, sintindome poderosa. Si yo me he sentido as, cmo se sintieron Guillermo o Mara al subir a Pealara el ao pasado por primera vez y con tratamiento activo de cncer de pulmn? Las mismas sensaciones fsicas -el cncer no les impide realizar deporte, al contrario, ayuda en su tratamiento- pero el doble o triple de satisfaccin al conseguir un reto as.
Cuando me diagnosticaron el cncer no poda pensar que iba a ser capaz de ascender a un dosmil, cuenta Guille. Y es que cncer de pulmn y subir montaas parece a priori un oxmoron, pero son compatibles. Tanto Mara como Guillermo fueron dos de los pacientes que ascendieron al techo de Guadarrama gracias al proyecto A Pulmn promovido por la Asociacin Espaola de Afectados de Cncer de Pulmn (AEACaP), cuyo objetivo es visibilizar el cncer de pulmn a travs de la ascensin a cimas y mostrar que hay cosas que estn cambiando gracias a la prevencin y a la ciencia, que hay personas que conviven con la enfermedad y hacen una vida normal, aade Alberto Urtasun, alpinista, gua de alta montaa y creador del proyecto junto a su amigo Santiago Viteri, mdico onclogo.
Por desgracia el cncer de pulmn es el ms frecuente en los varones de todo el mundo, el segundo con ms afectados en Espaa, y el primero con ms ndice de mortalidad. En los ltimos 10 aos se ha avanzado mucho en investigacin y tratamientos. Antes la esperanza de vida cuando te diagnosticaban era de 9 meses en la mayora de los casos, y ahora no. Pero est considerado como un cncer de segunda. El ejemplo es que no existe una campaa de diagnstico precoz de cncer de pulmn, como s la tienen desde hace mucho tiempo el cncer de colon y mama. En A pulmn creemos que no tendra que haber tanta diferencia entre unos tumores y otros. Ya el hecho de tener cncer es un tsunami que pasa en tu vida, adems este cncer est muy estigmatizado por el tabaquismo. Y tambin hay que eliminar ese pensamiento porque hay mucha gente afectada que nunca ha fumado.
Un momento de la ascensin.
A Mara le diagnosticaron cncer de pulmn a los 29 aos, ahora tiene 40. Yo no haba hecho senderismo ni montaa en mi vida, cuenta, y esa subida a Pealara fue una experiencia increble, me ha marcado, me ha dejado un poso de superacin, de pensar que siempre puedes hacer algo que creas imposible. En la ascensin los deportistas van acompaados por guas de montaa y sus mdicos, como Fabio Franco, del Servicio de Oncologa Mdica y responsable mdico de la Unidad de Ensayos Clnicos Fase I de MD Anderson Cancer Center de Madrid, que tambin quiere romper con el estigma de que no se puede hacer deporte si se tienes cncer. La funcionalidad del paciente es muy variable segn la enfermedad que tiene cada uno, pero en general incorporar el ejercicio fsico es fundamental desde el principio, porque aporta mejoras en muchos aspectos: en la capacidad respiratoria funcional, en la tolerancia a los medicamentos, hace que los tratamientos sean ms eficaces, mejora la calidad de vida….
En A pulmn, el ao pasado participaron 60 pacientes (6 personas por comunidad) y 30 mdicos de 6 hospitales, y cada una de las cimas se dedic a visibilizar un aspecto concreto de la enfermedad. En el proyecto de este ao tambin les esperan metros y metros de desnivel y retos potentes como Torre Cerredo (2.652 m.) en Asturias, el Aizkorri (1.528 m.), en Pas Vasco, o el ms cercano para nosotros: el vecino pico Almanzor, con 2.592 m., en Castilla yLen, la cima ms alta del Sistema Central, a la que le animamos a ascender como los deportistas de A pulmn porque es un desafo montaero en toda regla.
La ruta comienza en la Plataforma de Gredos por el camino de losas de piedra que discurre a la derecha del ro. Seguimos las indicaciones a la Laguna Grande, pasando por el puente del Prado de las Pozas y cogiendo altura paulatinamente hasta llegar a los Altos de los Barrerones, desde donde ya al otro lado contemplamos el espectacular circo de Gredos, modelado por el hielo a lo largo de los siglos: la inmensa Laguna Grande rodeada por las moles rocosas del Morezn, Tres Hermanitos, el Ameal de Pablo, las afiladas aristas del Cuchillar de las Navajas y el gigante Almanzor presidindolo. Descendemos por el sendero hacia la laguna rodendola por la izquierda hasta el final. A la derecha est el Refugio de la Laguna Grande, antes Elola.
Desde Hoya Antn (2.000 m.), justo a los pies del Almanzor, aqu comienza la ascensin, que est marcada por seales. Pronto nos metemos en el canal de subida, un laberinto de grandes bloques de granito. Giramos a la derecha para subir otro tubo ms estrecho y empinado que termina en el Portilln del Crampn, ltima parada antes de cumbre, y donde comienza el tramo ms areo y complicado, una chimenea donde tendremos que usar las manos para trepar y superar unos pasos fciles de escalada. Pasamos as a la otra vertiente de la montaa y a nuestra izquierda a unos metros est el Pico Almanzor. Un desafo para cualquiera y para los deportistas de A Pulmn, que demuestran paso a paso, gota a gota de sudor, que hay vida ms all del cncer.
