Table of Contents
En las elecciones del próximo 5 de noviembre unos 20 millones de votantes latinos podrán decidir quién será el ganador entre Donald Trump y Kamala Harris, sin embargo, analistas no ven con claridad hacia donde irá el voto de esta comunidad, porque ser republicano o demócrata es una tendencia que ha variado.
La cantidad de nuevos votantes considerados hispanos o latinos es un hecho sin precedentes en la historia estadounidense. Por ello, un grupo de analistas auscultaron encuestas y estudios sociodemográficos y económicos durante el tercer panel del Foro Global América Latina y El Caribe 2024, que llevó el tema «América Latina y las elecciones estadounidenses: Papel del voto latino; implicaciones económicas y de política exterior».
En el evento compartieron sus miradas sobre la coyuntura que ven como un hecho extraordinario, en lo que al rol del elector latino se refiere y lo que puede esperar la región si gana Kamala Harris, candidata presidencial demócrata, o el republicano Donald Trump.
En la discusión participaron Jorge Castañeda, antiguo ministro de Relaciones Exteriores de México, y profesor de la Universidad de Nueva York; Eduardo Gamarra, profesor del Departamento de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Internacional de Florida; Tulio Vera, presidente interino de Global Americans; Mark Hugo López, director de Investigación sobre Raza y Etnia en Pew Research Center.
La moderación del evento estuvo a cargo del expresidente de la República Dominicana, y presidente de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (GFDD/Funglode), Leonel Fernández.
Un factor crucial
Para el profesor del Departamento de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Internacional de Florida, Eduardo Gamarra, el voto hispano será un factor crucial que podría definir el futuro político de Estados Unidos. Las diferencias en autopercepción, valores, origen nacional y participación electoral hacen que sea un bloque sumamente diverso y complejo, cuyo poder e influencia están en crecimiento, advirtió durante su participación.
Como ejemplo señaló la participación de los votantes hispanos como un aspecto determinante, para subrayar la opinión mencionó al votante cubano, que es «extremadamente disciplinado», con tasas de participación que alcanzan el 74 % en algunas áreas de Miami-Dade, precisó, con la salvedad de que la participación promedio del resto de los hispanos no llega al 50 %, lo que podría inclinar la balanza electoral de manera significativa.
Gamarra indicó que la comunidad hispana en Estados Unidos no es monolítica, lo que complica el análisis de su comportamiento electoral. Señaló el caso de los puertorriqueños en Florida, cuyo voto ha sido demócrata, pero en 2022 el 46 % de ellos apoyaron al republicano Ron DeSantis para gobernador.
Además, destacó el rol de los llamados estados bisagra, y específicamente el caso de Míchigan, que tiene una población hispana de entre el 4 % y el 5 % , que se traduce más o menos en 250,000 votantes.
«Si de esos 250,000 asumamos que en un buen año electoral el 60 % vaya a votar, entonces estamos diciendo que van a ver entre 100,000 y 150,000 hispanos que votarán», dijo para subrayar que el resultado en Míchigan va a ser definido por menos de ese margen, lo que al voto hispano pueda ser «absolutamente definitorio».
Gamarra también advirtió sobre los cambios de opinión de los votantes hispanos, lo que consideró como «algo relevante» que podría inclinar la balanza en los llamados estados bisagra, en el que también están incluidos Pensilvania, Wisconsin, Georgia, Carolina del Norta, Arizona y Nevada.
Cada vez menos demócrata
El excanciller Jorge Castañeda dijo no estar seguro de que todos los segmentos del voto latino actúen de la misma manera, y señaló que, en ocasiones, las encuestas o los comentarios sobre las encuestas, indican que el voto latino esta vez va a ser menos demócrata que en otras ocasiones.
Castañeda indicó que si bien esta tendencia aplica para el voto mexicano o norteamericano, considera que se debe reflexionar si está influenciado por la llegada de nuevos contingentes latinos que han llegado en los últimos 20 años a Estados Unidos. Aunque expresó sus dudas por las razones que llevaría a un mexicano-norteamericano a votar por Trump.
«Entiendo las razones por las cuales otros grupos latinos lo pueden hacer, pero me cuesta trabajo el caso de los mexicanos», afirmó en su exposición.
En ese sentido, el diplomático sostuvo que una victoria del candidato republicano es «lo que menos le conviene a la gran mayoría de los países de América Latina es que Trump sea el próximo presidente de Estados Unidos».
Para sostener su punto, el analista señaló dos hechos: «En primer lugar, porque ya lo vivimos y sabemos más o menos lo que significa, y en segundo lugar porque una segunda administración de Trump pues tendría la falta de contrapesos, limitantes, restricciones, que ya se han comentado mucho en Estados Unidos en estos meses de campaña».
Para el otro punto, agregó que «hay muchas razones para suponer que una victoria de la vicepresidenta Harris, pues marcaría un buen grado de continuidad con las políticas del presidente Biden por muchas razones, pero entre otras porque como vicepresidenta Kamala Harris pues no ha mostrado un mayor interés, ni compromiso con América Latina en un sentido o en otro, y por lo tanto pues probablemente seguiría más o menos las orientaciones actuales».
No hay diferencias entre los candidatos
Castañeda señaló en su exposición que la diferencia de fondo entre Trump y Harris sobre algunos de los temas más importantes para la mayoría de los países de América Latina, no es ta grande.
El catedrático puso como ejemplo el tema migratorio, indicó que Harris ha endurecido mucho el tono en estas semanas, a propósito de su postura frente al tema de la migración latinoamericana, y ese endurecimiento de tono va junto con un endurecimiento de fondo de las políticas concretas del gobierno de Biden, del cual ella es parte y que seguramente mantendría.
Otro hecho que resalta es que ya mucha gente ha comentado que entre las políticas reales de Trump durante cuatro años y las políticas reales de Biden durante cuatro años en materia migratoria, no fueron tan distintas, aunque lo fueran la retórica del racismo y la xenofobia, entre otras.
También refirió que ambos candidatos -aunque Trump lo exponga con más estridencia, son antichinos: «los dos están constantemente insistiendo en todas las cosas, todas las represalias, medidas etc. medidas que van a tomar contra China en materia comercial, de inversión, de propiedad intelectual. Independientemente de si tienen razón o no, más allá de la retórica, las posturas son bastantes parecidas y esto va a colocar a muchos países, no a todos, a muchos países de América Latina, desde luego a México pero no sólo a México, en una situación muy complicada, muy incómoda», reflexionó.
Para Castañeda es evidente que, a México, a los centroamericanos, a los países del Caribe y a varias naciones del cono sur también, les conviene la inversión China, no en lugar de inversión norteamericana o japonesa o alemana.