Camilo José Cela llevó una vida muy vinculada al mundo de la escritura. Durante sus años en activo, ejerció de novelista, periodista, ensayista, editor de revistas literarias y conferenciante. Y no solamente eso. También, fue académico de la Real Academia Española y recibió el Premio Princesa de Asturias de las Letras a finales de los años 80, así como el Nobel de Literatura y el Premio Cervantes en 1995. Además, por sus méritos, el rey Juan Carlos le otorgó el marquesado de Iria Flavia. El escritor murió a los 85 años, dejando a una mujer totalmente rota; Marina Castaño. La socialité llevaba en su vida más de diez años después de su divorcio de Rosario Conde, con quien tuvo a su único hijo, Camilo José Cela Conde. Esta semana, Marina se sienta en Pasapalabra junto a los actores Cristina Medina, David Castillo y Armando del Río.
Durante los años 90, Cristina y Camilo José fueron los grandes protagonistas de la prensa del corazón. Ambos protagonizaron infinidad de portadas y reportajes. Tras la muerte del escritor, Marina comenzó a ocupar un segundo plano, intentando llevar una vida mucho más discreta. En todo este tiempo, además, en las ocasiones en las que ha sido noticia se ha producido por los problemas con la herencia del hijo de Camilo o por su papel dentro de la fundación que lleva el nombre del escritor.
Marina Castaño, la viuda de Camilo José Cela
Actualmente, Marina lleva una vida de lo más normal con un nivel muy acomodado. Entre sus planes están los de pasar tiempo con sus amigos o viajar junto a su marido. En 2013, Marina se casó con Enrique Puras, un reconocido cardiólogo, con quien ha sido fotografiada en infinidad de ocasiones. En una entrevista para la revista ¡Hola!, Marina confesó cómo se sentía por el peso de ser la viuda de Camilo José Cela, algo que nunca ha escondido y siempre ha llevado con estilo y gusto. «Hay quien no me ha perdonado que fuera la viuda de Cela. Me he sentido envidiada», contó a la mencionada publicación. En su tiempo libre, además, Marina escribe para distintos medios, dando rienda suelta a una pasión que compartía con el que era su marido.
Marina reside, desde hace años, en la exclusiva urbanización de Puerta del Hierro, donde tiene como vecinas a nombres tan distinguidos como Tamara Falcó e Isabel Preysler. Allí disfruta de un impresionante jardín y una piscina, donde se baña en los días de más calor. Además, en todo este tiempo, ha desarrollado una auténtica pasión por la cocina. También, pasa mucho tiempo junto a su nieta, tal y como cuentan en la revista Lecturas, que nació de la relación de su hija, Laura Camila, con un hombre. Marina se convirtió en madre muy pronto, concretamente casi antes de cumplir la mayoría de edad. «Yo hago cosas que jamás hice con mi hija. Dicen mis amigas que se parece a mí, pero tiene el mismo corte de cara y de pelo que su madre, las tres nos parecemos porque las tres hacemos los mismos gestos. Es una gozada», explicó al mencionado portal.
Enfrentada con el hijo del escritor y acusada de malversación
En todo este tiempo, Marina no solamente ha tenido que enfrentarse a la ausencia de su marido sino que, también, se ha enfrentado con su hijo en los tribunales. «Los cuadros de Picasso, de Miró, de Zabaleta, etc, lucen en despachos oficiales. Bueno, los que quedan, porque ahí metió mano tu pariente cercano. Fíjate qué amargura: lo que tú quisiste guardar allí para siempre se lo está llevando quien tú no querías que lo hiciera», escribió Marina a Camilo José Cela en una carta abierta en 2022, coincidiendo con el aniversario de su muerte. De esta manera, la socialité quiso dejar claro que su relación con el hijo de Camilo José Cela era especialmente tensa. Y es que Cela Conde ha acusado, en todo momento, a Marina Castaño de ser la encargada de que su padre le dejara fuera del testamento. Es más, solamente se llevó un Miró.
A pesar de todo, Camilo José Cela Conde no se rindió e intentó recuperar lo que creía que era suyo a través de los juzgados, a quien la justicia le dio la razón. Marina fue condenada a pagarle casi cuatro millones de euros en concepto de compensación. En su momento, además, el escritor le dejó a su mujer la gestión de la fundación que lleva su nombre. En los últimos tiempos, Marina tuvo que acudir a los juzgados tras ser acusada de malversación de fondos por su trabajo en la Fundación Camilo José Cela, de la que quedó absuelta. Marina también ha trabajado como colaboradora de televisión y ha tenido una silla fija en Espejo Público, donde protagonizó una sonada polémica.
«Tenía arrebatos tan escandalosos que tuvo con Carlos en mi presencia tantísimas veces (…). He sido amiguísima del marqués de Griñón. No voy a contar todo lo que me contaba por respeto a su memoria», contó en televisión sobre la relación de Esther Doña y Carlos Falcó. Y es que Marina mantenía una muy buena relación con el marqués de Griñón, quien parece ser que vivió en primera persona distintos conflictos con su mujer.
