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Las cirugías y tratamientos estéticos están a la orden del día. Elegir esta alternativa para arreglar alguna imperfección es cada día más habitual y España es uno de los países en donde existe más demanda de este tipo de servicios. Aunque siempre solemos escuchar hablar de sus ventajas y maravillosos resultados, es cierto que los casos de éxito no son del 100%. Al margen de las complicaciones que pueden aparecer, como en cualquier otro tipo de cirugía, también existe el riesgo de que el paciente no quede contento con el resultado final.
Aunque la operación haya sido perfecta y todo se haya desarrollado de manera correcta a nivel médico, los pacientes entran en quirófano con una serie de expectativas que puede que no se lleguen a cumplir. Por eso es muy importante antes de someterse a cualquier intervención, tener toda la información y que el especialista sea consciente de qué espera el paciente de la cirugía.
Para evitarlo, existen maneras de prevenir y terminar con una imagen más cercana a lo que teníamos en mente antes de empezar el proceso. El arrepentimiento que puede sobrevenir después de una operación de cirugía estética lleva a los pacientes a buscar esta clase de precauciones que hoy vamos a repasar en THE OBJECTIVE. Además, descubriremos qué tipo de operaciones son las que más riesgo tienen de despertar insatisfacciones y todo lo que debemos de tener en cuenta antes de ponernos en manos de los especialistas.
Por qué nos arrepentimos de una cirugía estética
Desde Face Clinic nos advierten que la mayoría de los casos de arrepentimiento tras una cirugía pueden englobarse dentro de cinco razones que son:
Resultados insatisfactorios: si los resultados de la cirugía no cumplen con las expectativas del paciente, o si hay complicaciones que alteran significativamente el resultado deseado, puede ser una razón para considerar la reversión.
Complicaciones médicas: algunas cirugías estéticas pueden conllevar complicaciones médicas inesperadas o efectos secundarios no deseados, como infecciones, cicatrices anormales, asimetría o dolor crónico. Estos resultados no buscados pueden requerir un tratamiento adicional.
Cambios en las circunstancias personales: los cambios en la vida personal, profesional o emocional del paciente pueden hacerle cambiar de opinión. Así, su objetivo antes de la cirugía ha podido evolucionar a lo largo del proceso.
Expectativas poco realistas: la idea que tiene en la mente el paciente sobre los resultados de la cirugía puede contribuir al arrepentimiento, especialmente si los resultados no cumplen con lo que el paciente esperaba.
Presión externa: muchos pacientes se someten a cirugías buscando la aprobación de la sociedad, sus amigos o familiares. El objetivo es conseguir una perfección física y, cuando tras la intervención se dan cuenta que no han conquistado la felicidad esperada, llega el arrepentimiento de la decisión tomada.
Cirugías con más casos de arrepentimiento
El arrepentimiento tras una cirugía varía según las circunstancias individuales y las expectativas del paciente. Sin embargo, hay algunas intervenciones que tienden a generar más arrepentimiento en comparación con otras. Una de ellas es la rinoplastia porque pueden aparecer inconvenientes como dificultades para respirar, una cicatrización anormal o una asimetría nasal. Además, es un tipo de operación que cambia mucho la apariencia facial por lo que es más normal de lo que creemos que el paciente se note extraño tras ver los resultados. Las cicatrices y los cambios en la forma de los ojos también son una de las causas más habituales de arrepentirse de haberse sometido a una blefarosplastia.
El arrepentimiento de los implantes mamarios tras un aumento de pecho puede estar relacionado con complicaciones como el endurecimiento de la cicatriz alrededor del implante, cambios en la sensibilidad o que la mujer no esté satisfecha con el nuevo tamaño o forma de sus senos.
En el caso de las liposucciones, existen riesgos como la aparición de irregularidades, flacidez o cambios en la textura de la piel. Además, el paciente puede estar insatisfecho porque pensaba que la cantidad de grasa que la cirugía podía eliminar era mayor de la que ha sido. Si la cirugía se ha centrado en el abdomen, el paciente puede que no quede satisfecho con la cicatriz o por el cambio que puede producirse en la forma del ombligo.
Pol último, una de las intervenciones que tiene más índice de arrepentidos son los injertos capilares. Se puede deber a unos resultados insatisfactorios (distribución irregular del pelo o la apariencia poco natural del cabello trasplantado), complicaciones postoperatorias como infecciones en el cuero cabelludo, hematomas, hinchazón o cicatrices demasiado visibles.
Factores a tener en cuenta
Si nos encontramos ante uno de esos casos en los que no estamos satisfechos con los resultados de la cirugía estética, podemos someternos a un proceso para revertir y así volver a nuestro aspecto anterior. Antes de llevar a cabo esta segunda fase, es mejor tener en cuenta una serie de consideraciones para no volver a caer de nuevo en el mismo error.
Lo primero es consultar con un profesional médico. Es crucial hablar con un cirujano plástico antes de tomar la decisión de revertir una cirugía. El cirujano puede evaluar la situación, discutir las opciones disponibles y proporcionar orientación sobre los riesgos y beneficios de la intervención. De esta manera, vamos a tener unas expectativas realistas sobre los resultados y comprenderemos los riesgos y las posibles complicaciones. Además, nos asesorará sobre qué posibilidad escoger ya que también pueden haber técnicas que no requieran cirugía.
Tener una segunda opinión de otro cirujano nunca está de más. Puede proporcionar una nueva perspectiva y ayudar al paciente a saber más sobre todas las opciones disponibles. Tomar decisiones precipitadamente puede llevar a un mayor arrepentimiento. Es importante tomarse el tiempo necesario para considerar todas las opciones disponibles y elegir la mejor decisión.
Revertir una cirugía también puede tener un impacto emocional por lo que es fundamental considerar cómo se sentirá emocionalmente antes, durante y después del procedimiento. Buscar apoyo emocional a través de terapia puede ser beneficioso para procesar las emociones y manejar el arrepentimiento.
En algunos casos, hay que aceptar que los resultados de la cirugía no pueden ser completamente reversibles o que los cambios deseados pueden requerir más tiempo del que pensamos. Eso conlleva aprender a aceptar y adaptarse a los resultados que se obtuvieron tras la cirugía.
Recomendaciones de los expertos
Más vale prevenir que curar. Eso significa que lo mejor para evitar el arrepentimiento tras una cirugía es tomar ciertas precauciones. Desde Face Clinic nos señalan la importancia de realizar una investigación exhaustiva sobre el tratamiento en el que estamos interesados. En qué consiste, los resultados reales que podemos esperar y posibles complicaciones. Para resolver dudas, siempre tendrás al especialista como aliado. Habla con él sobre tus expectativas y preocupaciones.
Los buenos cirujanos cobran unos precios justos por sus servicios debido a su formación, habilidades y experiencia. Optar por alternativas muy baratas puede significar sacrificar la calidad del procedimiento y la atención médica. Unos precios muy bajos pueden ser señal de instalaciones médicas pobres o pueden no incluir todos los costes asociados con el procedimiento, como consultas preoperatorias, exámenes médicos, anestesia o seguimiento postoperatorio. Es importante asegurarse de lo que está incluido en el precio.
Es muy importante tener claros los resultados realistas que se pueden lograr con la cirugía, así como los riesgos o efectos secundarios. Es recomendable analizar todas las opciones disponibles, incluidos los tratamientos que no requieren de cirugía. En ocasiones, hay alternativas menos invasivas que pueden cumplir con tus objetivos sin pasar por quirófano. Antes de someterte a la cirugía, asegúrate de encontrarte en un buen momento físico y emocional. Además, sigue todas las recomendaciones preoperatorias que te comenten los expertos para minimizar los riesgos.
Para terminar, lo más importante es no tomar decisiones apresuradas. Tómate el tiempo necesario para pensar y considerar todas las opciones. La cirugía es una decisión importante y debes sentirte completamente seguro. Si tienes dudas, confía en tu instinto y no tengas miedo de posponer o cancelar el procedimiento si no estás completamente convencido. Es el mejor consejo para evitar futuros arrepentimientos.