El PSV ha anunciado este lunes que uno de sus jugadores del primer equipo ha sido diagnosticado con tuberculosis activa, según ha informado el periódico holandés De Telegraaf. El club ha emitido un comunicado en el que solicita respeto por la privacidad de sus futbolistas, aclarando que no tiene la obligación ni el deseo de revelar la identidad del afectado. Pese a esto, medios locales señalaron pocas horas después que el jugador en cuestión sería Lucas Pérez, aunque ni el club ni el propio futbolista han confirmado esta información.
De acuerdo con lo publicado por la prensa holandesa, y siempre teniendo en cuenta que no hay una confirmación oficial, Lucas Pérez se encuentra en buen estado de salud, pero deberá cumplir entre tres y cuatro semanas de aislamiento para seguir un tratamiento basado en antibióticos. Durante este período, permanecerá de baja y, tras completar la cuarentena, será sometido a una nueva evaluación para determinar si puede retomar los entrenamientos. Si todo sigue este curso, se estima que se perderá tres encuentros con el PSV y, con solo cinco fechas restantes en la temporada, su regreso al campo antes del cierre de la campaña permanece incierto.
El club ha puesto en marcha los protocolos necesarios para examinar a las personas que han estado en contacto cercano con el jugador y realizarles pruebas. Aunque la tuberculosis es una enfermedad transmisible, los expertos citados por De Telegraaf indican que el riesgo de contagio entre compañeros de equipo o individuos con los que haya interactuado al aire libre es bajo. Hasta el momento, el PSV asegura que no hay evidencia de otros casos dentro de la plantilla.
La tuberculosis puede manifestarse con síntomas como tos persistente, dificultad para respirar, fiebre, dolor torácico o pérdida de peso, aunque cerca de un 25% de los pacientes no muestran signos visibles, algo que podría aplicarse a Lucas Pérez, según las especulaciones de los medios neerlandeses. Si bien la enfermedad puede ser grave e incluso letal sin tratamiento, en la actualidad es curable en la gran mayoría de los casos gracias a los antibióticos.