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El Gobierno acelera la adjudicación de los 65 millones de euros para digitalizar la prensa impresa en el marco del plan de acción democrática. El Plan Estratégico de Subvenciones del Ministerio de Transformación Digital 2025-2027 aprobado hace pocas semanas indica que todo este dinero deberá entregarse este año, aunque THE OBJECTIVE ha podido saber que el objetivo es resolverlo antes del verano. Este montante es casi la mitad de los 125 millones de ayudas a los medios de comunicación bajo la excusa de apoyarles en su digitalización, reforzar su ciberseguridad y avanzar en nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial.
En este mismo plan normativo de la cartera de Óscar López se indica que además de estos 65 millones, durante 2025 se adjudicarán otros cinco millones al Programa Kit media, en este caso dirigidos a «fomentar la veracidad de la información» mediante herramientas para facilitar el acceso a fuentes contrastadas y verificables, y aumentar la transparencia y trazabilidad del contenido. A finales del año pasado ya se activaron los primeros 35 millones de euros, entre ayudas a la ciberseguridad, para Inteligencia Artificial y la creación de espacios de datos
Este programa –que gestionará Red.es– ha sido duramente criticado por el Partido Popular (PP) que ha indicado que solo favorecerá a medios afines y penalizará a los críticos. Un plan que, según los populares, quiere conseguir una «guardia mediática pretoriana». Para Moncloa las ayudas a la prensa impresa son claves, ya que entienden que estas cabeceras pueden influir en la opinión pública en medio de la cascada de investigaciones judiciales que cercan al Gobierno como el caso Ábalos; el de la mujer de Pedro Sánchez, Begoña Gómez; el del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz; o el del hermano del presidente del Gobierno, David Sánchez.
Plataformas digitales
El Gobierno ha indicado expresamente que estos 65 millones –calificados como ayudas de Estado– se destinarán a diarios impresos. De hecho, en el plan normativo de Transformación Digital se indica claramente que la ayuda tiene como objetivo acelerar la incorporación de tecnologías digitales disruptivas de los medios impresos en España, «para resolver el fallo de mercado que les impide competir en igualdad de condiciones con las plataformas globales digitales y con los medios digitales basados en el clickbait».
Coincidentemente, es en estas plataformas como Instagram (Meta), YouTube (Google), TikTok o X, además de los diarios digitales, donde se comparten y difunden las informaciones críticas con el Gobierno. Por otro lado, sorprende que Moncloa asuma que la prensa impresa no utiliza estas criticadas fórmulas de clickbait para atraer audiencia en sus ediciones digitales, ya que precisamente se valen este tipo de estrategias para engordar sus cifras de audiencia. El clickbait consiste en utilizar titulares amarillistas, impactantes y hasta engañosos para obtener una visita (un click) de un lector de medios digitales.
Por otro lado, el Ejecutivo establece que las ayudas financiarán proyectos de modernización digital, como la mejora del acceso de los usuarios a contenidos online, la renovación de infraestructuras digitales (automatización de flujos de trabajo o herramientas de gestión) y la creación de contenidos innovadores en formatos digitales, como audio, video y periodismo de datos. «Los contenidos deben centrarse en temas de interés público, como la política, la economía y la cultura», concluyen.
Prensa impresa
En España, el sector de la prensa impresa está mayoritariamente en manos de los legacy media, que a su vez están en poder de grupos de comunicación históricos como Prisa (El País, Cinco Días y AS), Unidad Editorial (El Mundo, Expansión, Marca), Vocento (ABC, El Correo y El Diario Vasco), Godó (La Vanguardia), Prensa Ibérica (El Periódico, El Faro de Vigo o El Correo Gallego), Henneo (Heraldo de Aragón o 20 Minutos) o Joly (con casi todos los diarios en papel de Andalucía).
Cabeceras que históricamente han recibido la mayor tarta de los ingresos de la prensa y que ahora se quedan con buena parte del pastel publicitario de internet que los diarios logran arrebatar a las plataformas. En este sentido, parece difícil creer que empresas –con más de veinte años de antigüedad para sus ediciones digitales– tengan todavía un déficit de digitalización y que estén por detrás de los diarios nativos que tienen menores ingresos, menos plantilla y menos recursos que estas grandes cabeceras.
No obstante, aunque cueste creerlo, el Gobierno considera que solo la prensa impresa necesita 65 millones para digitalizarse y no las decenas de medios que compiten con ellos solo desde sus plataformas digitales. En cualquier caso, al analizar los objetivos específicos del programa queda claro que muchos de éstos ya están cubiertos por la mayoría de las cabeceras a las que estas ayudas están dirigidas.
Ciberseguridad e IA
Entre ellos se encuentra la modernización de los canales de distribución de la prensa impresa mejorando el acceso a contenidos en línea; la renovación de la infraestructura digital «incluida la gestión de procesos, la gestión de las relaciones con los clientes, la inteligencia y el análisis de negocios, las comunicaciones electrónicas, la facturación, la presencia en línea avanzada y la gestión de las redes sociales»; la implementación de soluciones para la creación de redacciones centradas en el periodismo de datos y digital; la puesta en marcha de proyectos de inteligencia artificial para la personalización de contenidos, la verificación de fuentes y la gestión de datos; y la creación y el suministro de contenidos digitales en diferentes formatos para alcanzar nuevas audiencias.
Del resto de las ayudas dentro de este paquete de 125 millones, a finales del año pasado el ministerio de Óscar López ya lanzó convocatorias por valor de 35 millones, con los primeros 15 millones que se destinaron al Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) para el desarrollo de convenios de colaboración para la promoción de la ciberseguridad con medios de comunicación.
Otros diez millones se dedicaron para financiar proyectos de integración de inteligencia artificial (en fase de desarrollo experimental) en la cadena de valor de medios de comunicación del sector editorial; ocho millones para la creación y operación de espacios de datos en sectores estratégicos y dos millones para dinamizar la productividad y fomentar la innovación.