El escudo antimisiles Cúpula de Hierro es un sistema de defensa diseñado para destruir cohetes, proyectiles de artillería o drones dirigidos a zonas pobladas en pleno vuelo.
Puede funcionar bajo cualquier condición meteorológica y es capaz de interceptar misiles a una distancia de entre 4 y 70 kilómetros.
La primera batería fue instalada en marzo de 2011 cerca de la ciudad de Beerseba, en el sur, a 40 km de la Franja de Gaza.
Desde entonces se han desplegado otras baterías con el objetivo de defender todo el territorio israelí.
Un tiro enemigo en un radio de 70 km es detectado por uno de los radares móviles del dispositivo.
El tipo de misil es identificado y su trayectoria analizada por un programa de gestión de combates y control de armas.
Éste calcula el punto probable de impacto. Si el proyectil se dirige a una zona habitada, el sistema decide interceptarlo.
Los blancos son abatidos en pleno vuelo en unos segundos por uno de los tres lanzadores de misiles de la batería, cada uno equipado con 20 misiles.
Según el ejército israelí, entre 75 y 90% de estas operaciones son exitosas, con un costo estimado de 50,000 dólares por disparo.