La tregua se resquebraja en Oriente Medio. El alto al fuego entre Israel y Hamás, que se prolongaba desde el pasado 19 de enero, ha saltado por los aires durante la madrugada de este martes después de que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) hayan lanzado decenas de ataques contra Gaza tras recibir órdenes del primer ministro, Benjamín Netanyahu, de «actuar con contundencia» contra el grupo terrorista por su reiterada negativa a liberar a los rehenes israelíes, según ha anunciado el líder israelí. El ataque, además, cuenta con la venia del presidente norteamericano Donald Trump, que fue consultado de antemano.
Las cifras oficiales hablan de 322 palestinos muertos en el ataque, pero hay que tener en cuenta que estas proceden del Ministerio de Salud, dirigido por Hamás y que no distingue entre civiles y milicianos. El gabinete de Netanyahu ha declarado que la decisión de reanudar los ataques poco después de la medianoche del martes «se produjo tras la reiterada negativa de Hamás a liberar a nuestros rehenes, así como su rechazo a todas las propuestas recibidas del enviado especial de Estados Unidos para Oriente Medio, Steve Witkoff, y de los mediadores».
Durante la negociación, el grupo terrorista Hamás había insistido en mantener los términos originales del acuerdo, cuya segunda fase debía entrar a principios de mes. Esta fase preveía la retirada total de Israel de Gaza y el cese permanente de la guerra a cambio de la liberación de los rehenes que aún siguen vivos. Si bien Israel firmó el acuerdo, Netanyahu ha insistido en que no pondrá fin a la guerra hasta que se destruyan las capacidades gubernamentales y militares de Hamás.
Momento crítico
Por su parte, Hamás ha emitido un comunicado este martes por la mañana amenazando con que la decisión del Gobierno de Netanyahu de “revocar el acuerdo de alto el fuego” expone a los rehenes “a un destino desconocido”. El grupo terrorista aún mantiene secuestrados a 59 judíos. Hay que recordar que la imposibilidad de no traer de vuelta a todos los secuestrados vivos está siendo uno de los asuntos más delicados para la administración de Benjamin Netanyahu. En este sentido, muchos familiares le acusan de no hacer lo suficiente para liberales. Este nuevo ataque coincide con un momento crítico en la administración isralí desde el punto de vista político.
Este pasado domingo, Netanyahu anunció por sorpresa que destituía al responsable del Shin Bet, el Servicio de Inteligencia Nacional, Ronen Bar. Según el Ejecutivo, este fue llamado a consultas para una reunión e informó que presentará una moción ante el Consejo de Ministros para cesarle del cargo en una votación de mañana. Esta decisión se produce en medio de la creciente tensión con esta agencia en relación, principalmente, con los supuestos fallos de seguridad que hicieron posible que los terroristas de Hamás el 7 de octubre de 2023.
528 días de guerra
La guerra entre Israel y Hamás comenzó el 7 de octubre de 2023, cuando la organización terrorista mató a más de 1.200 personas en el sur del país vecino, la mayoría civiles, y secuestró a otras 251. El ataque desencadenó una contundente ofensiva militar israelí, que desde entonces habría causado la muerte de entre 40.000 y 50.000 personas, según cifras del Ministerio de Salud, dirigido por Hamás, pero también utilizadas por la ONU y otros organismos.
La mayor parte de los 2,1 millones de habitantes de Gaza ha sido desplazada en múltiples ocasiones. Se estima que el 70% de los edificios han sido dañados o destruidos, los sistemas de atención sanitaria, agua y saneamiento han colapsado y hay escasez de alimentos, combustible y medicamentos. La tregua, pese a todo, vuelve a alejarse por la negativa de Hamás a liberar los 59 rehenes.
