Chechu Dorado llegó al Betis en 2010 para comandar la defensa del equipo entonces dirigido por Pepe Mel. Todo le salió a pedir de boca al zaguero cordobés, que pasó dos años y medio «magníficos» en Heliópolis disfrutando de una afición «única», como rememora en su entrevista con ABC. «¡Y tengo un hijo sevillano que se ha hecho del Real Betis Balompié!», apunta. Nadie mejor que Dorado para analizar la eliminatoria de Copa del Rey entre el Huesca y el Betis en El Alcoraz. Son los dos conjuntos en los que más jugó: 121 encuentros con los oscenses y 81 con los verdiblancos. Dorado colgó las botas hace año y medio. Ahora tiene 42. Vive en Ejea, donde conoció a su mujer cuando militó en los juveniles del Zaragoza. Tienen una tienda de ropa y cuando el tiempo se lo permite, Chechu juega al fútbol para matar el gusanillo. También entrena al equipo de su hijo.
¿Qué Huesca se encontrará el Betis y cómo recuerda usted sus años allí?
«El Huesca que conocemos hoy en día no es el de aquella época, cuando el club merodeaba por Tercera o Segunda B y se empezaba a trabajar en serio para profesionalizar la entidad. Cuando yo llego presentan un proyecto sólido y tenemos la suerte de subir a Segunda división 55 años después… no lo olvido, la gente te daba las gracias por la calle. Muchos de ellos ni siquiera habían visto al Huesca en la categoría de plata. Además ese mismo año se dio la circunstancia de que el Zaragoza descendió de Primera y pudo disputarse un derbi después de mucho tiempo. Ese primer año en Segunda se nos dio espectacular. Fueron tres años en los que disfruté muchísimo, por el ambiente tan familiar que se respiraba en el club y en el vestuario».
Y llegó el Betis y lo fichó…
«Fue dar un paso adelante más en mi carrera. Buscar nuevos retos. Mi llegada al Betis fue curiosa. Todo indicaba que iba a continuar en el Huesca. Estábamos en el tira y afloja para la renovación… pero aparece la llamada del Betis y todo se paraliza. Era lo que estaba buscando. Un proyecto así, con nuevas aspiraciones. Pasaba de un club en el que peleábamos por la permanencia a un Betis cuyo único objetivo era el de regresar a Primera división. No había dudas. Fichar por un equipo como el Betis es lo que todo el mundo sueña. Progresar, pelear por grandes objetivos. Se me abrió esa puerta por Jesús Paredes, que era el preparador físico del Betis y que ya me conocía bien porque lo habíamos tenido antes en el Huesca. Salió todo a pedir de boca. Hicimos un gran año y pusimos el colofón con el ascenso a Primera del Betis».
¿Cumplió, entonces, un sueño?
«Con 29 años consigo el reto de debutar en Primera división. Parecía que ya no iba a llegar, pero llegó. Comenzamos en Los Cármenes contra el Granada con victoria, con gol de Rubén Castro. Recuerdo con mucho cariño ese debut en la máxima categoría. Era lo que soñaba cuando era pequeño y uno ya se iba encaminando en este deporte, sabiendo de la enorme dificultad que ello conllevaba».
¿Guarda buen recuerdo del Betis?
«Sí, muchísimo. Por la historia, por cómo se vive todo allí, por el sentimiento que muestra la afición. Jugáramos donde jugáramos siempre había gente del Betis animando. Es un club histórico. El haber podido defender esta camiseta es un honor. Tuvimos la suerte además, como digo, de haber podido conseguir el ascenso y vivir una etapa tranquila en comparación de lo que venía el club. Guardo muchos recuerdos. ¡Y tengo un hijo sevillano que se ha hecho del Real Betis Balompié!»
Usted conoce bien las dos plazas. ¿Tiene que tener cuidado el Betis en El Alcoraz?
«Sí. El Huesca es mejor desde que llegó Antonio Hidalgo y se ve en la clasificación. Es un buen entrenador, asentado. Se lo va a poner difícil al Betis, que además no termina de encontrar esa regularidad que busca en los resultados. También hay que tener cuidado con estos partidos en los que vuelves de Navidad y hasta perdido algo de la rutina. Es un partido que trae un arma de doble filo. El Huesca no va a regalar nada».
¿Cuál es la clave de su fortaleza?
«No tiene jugadores reconocidos quizá a nivel de nombres, pero poseen un bloque muy sólido que ha entendido muy bien la idea del entrenador. En una competición tan difícil como lo es hoy en día LaLiga Hypermotion, meterse ahí arriba no es una empresa fácil. Ello habla muy bien del trabajo que están haciendo; han sabido cómo rearmar el equipos con una economía que no es muy boyante precisamente».
De Hidalgo a Pellegrini. ¿Entiende que haya quien critica a Pellegrini, que ha metido al Betis en Europa cuatro años consecutivos?
Al final el fútbol no entiende del pasado. Entiende del presente, que lo marcan los resultados. La gente pierde la paciencia rápido. Luego hay un trasfondo. Es muy complicado mantener ese nivel tan alto año tras año. Las plantillas van cambiando y los futbolistas cumpliendo años, además de las lesiones, que por supuesto influyen. Pellegrini no ha cambiado la forma de jugar, sólo que los aficionados nos impacientamos rápido. Creo que ahora con Isco el Betis mejorará. No es tarea fácil tampoco mantener un alto nivel en tres competiciones. El entrenador del Betis tiene mucho crédito pero, como todos, depende de los resultados.
«Guardo muchos recuerdos. ¡Y tengo un hijo sevillano que se ha hecho del Real Betis Balompié!»
Chechu Dorado
Exjugador del Betis y del Huesca
¿Qué opina de la falta de gol del Betis pese a ser un equipo que genera tanto arriba?
«Aquí entran las interpretaciones de cada uno. A mí me preocupa más que mi portero sea el mejor… eso me preocupa bastante más que el hecho de que mis delanteros fallen ocasiones. Porque si las generas eso quiere decir que estás haciendo tu trabajo. Los delanteros viven mucho de rachas. No vamos a descubrir o criticar a gente como Bakambu o Vitor Roque. Si lo ha fichado el Barcelona por algo será. Más tarde o más temprano tendrán una ocasión y meterán dos goles, o la tocarán con la puntera sin querer e irá dentro… Al final son rachas. Lo importante es generar las ocasiones. Acabarán entrando. El día del Rayo su portero Batalla hizo un gran partido».
La última. Hubo un entrenador del Betis, Setién, que llegó a dar a entender en una rueda de prensa, después del perder contra el Huesca, que la afición de El Alcoraz apretaba más que la del Villamarín.
Yo creo que ya no aprietan tanto como en mi época. Fui a ver la eliminatoria copera que tuvieron hace un año contra el Rayo Vallecano y la verdad es que entre el día que era, el frío, etc, no achucharon mucho. No pienso que se dé esa situación. A ver, llegando un equipo de la categoría del Betis seguro que la afición da un plus en El Alcoraz. ¡Pero qué puedo decir yo que he tenido la suerte de tener a favor una afición tan grande como la del Betis! La afición del Betis aprieta más que cualquier otra.