El envejecimiento de la población está teniendo graves consecuencias. Si la esperanza de vida es cada vez mayor, cada vez son más las personas mayores que necesitan atención en Andalucía. Pero además, como cada vez son más ancianos, los problemas que tienen son … también cada vez más agudos y requieren más asistencia. O lo que es lo mismo, son cada vez más dependientes.
Y ese aumento de la población dependiente también está llevando consigo que necesiten más ayuda y, por tanto, más trabajadores dedicados al sector de la dependencia. La escasez de profesionales para hacer frente a esa asistencia supone uno de los principales retos de un sector en el que cada vez habrá más personas a las que atender a medida que aumenta el número de mayores.
Actualmente, se estima que el sector emplea a unas 75.000 personas, de las cuales 54.000 son gerocultores. Sin embargo, la falta de profesionales supone uno de los principales retos. La normativa exige ratios mínimas de personal por usuario que en ocasiones están resultando difíciles de cumplir ante la falta de recursos humanos.
Aunque la gestión de la dependencia recae en el ámbito público, en la Junta de Andalucía, la prestación de los servicios se realiza, en gran parte, a través de entidades privadas mediante conciertos y licitaciones. De esos 75.000 trabajadores, sólo 5.027 trabajan en residencias públicas. El resto lo hace en privadas.
Por ello el sector de la atención a la dependencia ha analizado las necesidades de los próximos años y concluido que en diez años serán necesarios 52.000 profesionales de atención directa, personal gerocultor, para la atención de las necesidades de las personas mayores dependientes en la comunidad autónoma.
El informe ‘Personas que cuidan de personas’ del Círculo Empresarial de Cuidados a Personas (CECUA) y la Confederación de Empresarios de Andalucía(CEA), ha tenido en cuenta para sacar estas conclusiones el posible el posible escenario futuro 3.919 personas serán necesarias para atender a las personas dependientes, reconocidas y con derecho que están a la espera del Programa Individual de Atención, PIA.
Además también se ha tenido en cuenta que serán necesarias 7.901 personas para residencias privadas si se produce el incremento de la ratio actual.
Y harían falta 23.359 para atender las necesidades de las personas mayores dependientes teniendo en cuenta la tasa de envejecimiento prevista para el año 2034, presuponiendo una prevalencia similar de las personas con dependencia que hay actualmente.
A esa cifra habría que unir los 17.667 trabajadores que se requerirán para cubrir las jubilaciones que se prevé se van a producir estos próximos diez años en el sector.
Dificultades
Sin embargo, encontrar a ese personal necesario para atender a las personas dependientes no es tan fácil. El 97% de las residencias tiene dificultades para poder contratar este personal ya que no hay suficientes profesionales en el mercado laboral.
Según el informe existe un importante déficit de profesionales sanitarios cuya solución «requiere de un paquete de complejas medidas gubernamentales y los gestores privados no pueden hacer nada por paliarlo«. Se trata de un problema de número y de cualificación, en el que las condiciones salariales hacen que no sea un sector atractivo prefiriendo trabajar en otros sectores.
Sin un incremento en la tarificación de los servicios de residencias, centros de día y ayuda a domicilio —de entre un 30% y un 35%— será muy difícil atraer y retener a los profesionales necesarios. Solo garantizando unas condiciones financieras adecuadas se podrá hacer del sector de los cuidados una opción laboral atractiva y responder eficazmente a los desafíos de una sociedad en constante cambio«, admitía hace unos días Andrés Rodríguez, presidente de CECUA.
Además, en el caso de las residencias, los turnos y el hecho de tener que trabajar en festivos son elementos que dificultan la incorporación de profesionales al sector. En cuanto al personal gerocultor que trabaja en el servicio de ayuda a domicilio, la principal dificultad está relacionada con las peculiaridades del servicio y el encorsetamiento de las franjas horarias en la prestación.
Estado físico
Es un problema que además se agrava en municipios pequeños y en zonas rurales con gran dispersión geográfica y despobladas, donde se hace más difícil encontrar personal. En estas zonas, la carencia de transporte público hace necesario que las personas gerocultoras dispongan de carné de conducir y vehículo para poder desplazarse ya que hay que tienen que acudir a varios municipios
Pero además uno de los retos de estos profesionales está relacionado con la atención a las personas dependientes ya que, año tras año, su estado físico, psíquico y social es cada vez más complejo. Porque el ingreso en las residencias cada vez se hace más tarde, las personas llegan cuando la dependencia y la enfermedad se encuentra ya en fases mucho más avanzadas, con problemas de salud cada vez más complejos.
El incremento de la esperanza de vida está provocando que la tasa de dependencia de personas mayores se vaya incrementando año tras año. Si en el año 2002 en Andalucía era de 21,84%, en 2023 se incrementó a 27,63%. Todo un desafío al que la comunidad tendrá que hacer frente en los próximos años.
